Gastronomía
Un gin que nació durante la pandemia en Curicó, ya cuenta con tres etiquetas en su portafolio: Dry Gin, Pomelo y Citrus Rose. Y ahora van por más, con un desafío que busca realizar el gin tonic más grande del mundo.
La cura de todos tus males. Ese es el slogan de Dr. Masker, gin que nace en plena pandemia, durante el 2020, con un nombre y una imagen de marca muy asociada a lo que estaba ocurriendo en ese momento, dado que está inspirada en las máscaras que usaban los médicos para evitar el contagio de la peste negra en el siglo XIV, las cuales en su interior contenían enebro, el principal botánico con los que se elabora este destilado, el que también era ocupado, por ese entonces, con fines medicinales.
Detrás de este proyecto están el ingeniero civil industrial Gustavo Valdivia y el ingeniero agrónomo y enólogo Francisco Martin. Actualmente, el primero se desempeña como gerente de operaciones de la empresa, mientras el segundo se encarga de destilar este gin de 43º de alcohol, del cual hoy tienen tres variedades: Dry, Pomelo y Citrus Rose, las dos últimas se sumaron el 2022.
“Después de renunciar a mi trabajo de enólogo en la industria pisquera decidí viajar a Europa, lo que se transformó en un recorrido por el mundo del gin. Esto me motivó a desarrollar a mi regreso una marca de gin que nunca llegó a concretarse. Dos años después, en plena pandemia, junto a mi socio se nos ocurrió desempolvarla y lanzarla, momento en el que con suerte existían cinco marcas nacionales en el mercado”, rememora Francisco Martin.
Al momento de pensar en el concepto y nombre fue la historia la que le entregó la inspiración. “Revisando algunos libros sobre el origen del gin me llamó mucho la atención un grabado de cobre del siglo XVII llamado Dr Pico de Roma del alemán Paul Fürst, donde se mostraba la vestimenta de los médicos en el siglo XIV en plena peste negra donde usaban máscaras llenas de semillas de enebro para evitar el contagio, además de recetar tónicos que mezclaban alcohol y estas semillas para combatir los síntomas de la enfermedad”, agrega.
Esa información les cuadró perfecto para crear Dr. Masker, o Doctor Máscara en español, y aprovechar de hacer un juego de palabras para mezclar el inglés y el holandés, ya que, según lo manifestado por el enólogo, “en la guerra de los 30 años los ingleses, mientras apoyaban a los holandeses, veían cómo estos antes de pelear tomaban el llamado dutch courage (coraje holandés) y ganaban las batallas . Posteriormente, los ingleses a su regreso abrevian el nombre a gin y lo popularizan en el resto del mundo”.
Si bien son siete los botánicos principales que dan vida a este destilado, para esta receta existen cerca de 25, siendo el principal y diferenciador el peumo, un producto endémico de Chile. “Decidimos ocuparlo porque en la cordillera, a la altura de Curicó, está lleno de este botánico, que es amargo y con cierto picor. Lo primero nos permite bajar la dosis de enebro y lo segundo, reducir la pimienta, para así darle más protagonismo al peumo. Además, me trae recuerdos de infancia, de cuando iba con mi abuela a comprar el pan y ella me hacía comerlos en el camino”, confiesa Francisco.
Cardamomo, cedrón, piel de limón y de naranja, y semillas de cilantro, son algunos de los otros componentes que son la columna vertebral de este gin que posee nueve destilaciones, lo que permite obtener un destilado transparente. En el caso de la versión Pomelo, se ocupa uno dulce de Curicó.
Otros elementos diferenciadores, según Francisco, es que este gin es tratado como perfume, “para que fuera liberando aromas por capas, dependiendo de la temperatura al que era servido y bebido. Esta también era una forma de que el destilado fuera ganando complejidad”.
El otro es que se realiza un filtrado en frío. Para entender mejor este proceso, el enólogo explica que “consiste en llevar a menos de cero grados el alcohol y luego se filtra con unas placas especiales. Eso permite retener algunos tipos de alcoholes que provocan el ardor y así lograr uno de mejor calidad”.
“En el mundo de los destilados un parámetro de calidad es el ardor, los mejores tienen más tiempo de reposo y, por eso, son más caros, porque están mucho tiempo quietos, porque los alcoholes al reposar más y se van haciendo más untuosos y menos ardientes. Lo que ganamos con esto es estabilizar y emular ese proceso de micro oxigenación por largo período, o que estuvo en reposo”, agrega.
A esta dupla le gustan los desafíos, por eso, decidieron ponerse la meta de hacer el gin tonic más grande del mundo como una forma de darle visibilidad a este destilado que es bastante conocido donde nace, Curicó, pero no tanto en el resto del país.
“Nos encontramos en el 80% de los bares de la ciudad y el 90% de la venta es en Curicó, entonces, creímos que era una buena forma de sacarlo no solo a Chile, sino también al mundo, ya que de cumplir esta meta se podrá potenciar el turismo de la zona”, explica Francisco.
Para lograr ese desafío, se realizarán 1.200 litros del cocktail. Ese encuentro se llevará a cabo el 19 de octubre en Curicó, con detalles prontos a confirmar.
