Piedras de Auque ofrece una experiencia diferente a los que comúnmente se conoce en los Cabernet Sauvignon. Se disfruta mejor a una temperatura de 16°, lo que lo hace ideal para un atardecer o una reunión con una tabla de quesos y charcutería.
En una apuesta por la diferenciación, Kaune Wines lanzó oficialmente Piedras de Auque, un Cabernet Sauvignon que busca capturar la esencia del secano costero de Curicó.
La propuesta quiere encantar tanto a los amantes del vino como a quienes buscan nuevas experiencias enológicas, ya que si vinificación no considera el paso por barricas de madera.
“En este vino queremos expresar el terroir de Altos de Caone de la manera más pura posible, con el fin de resaltar la calidad y diferencia de nuestras uvas”, explica Nicolás García, winemaker de la viña.
De esta intención y a modo de alegoría, surge el nombre de la etiqueta, ya que las uvas de Kaune de intenso color violeta y cutícula gruesa, se asemejan a una formación geológica particular de Caone: las Piedras de Auque.
Este vino destaca así por su elegante color rojo burdeos, brillante y con una capa de profundidad media. En nariz, presenta aromas que evocan los frutos negros y pequeños del bosque precordillerano, como maquis y moras, complementados por notas herbales características de la variedad. En boca, se percibe un cuerpo de medio a ligero, con un tanino firme y a la vez amable, que ofrece una experiencia lineal y franca. El final, cálido y sabroso, deja un grato recuerdo a moras y maquis.
A diferencia de los maridajes tradicionales de Cabernet Sauvignon, este vino al servirlo a 16° potencia su acidez y notas de fruta fresca, haciéndolo ideal para para maridar con tablas de quesos al calor de una fogata, acompañar cortes magros recién salidos de la parrilla o incluso, aventurarse a disfrutar con pescados y mariscos intensos como ostiones o erizos.
Con Piedras de Auque, Kaune Wines busca llevar el sabor auténtico del terroir de Altos de Caone a la mesa de todos los chilenos.
La viña se dedica a la producción de vinos de alta calidad, respetando la tradición vitivinícola chilena y el entorno natural de sus viñedos. Con cada nueva creación, la bodega busca conectar a los consumidores con la riqueza del terroir, brindando vinos que son fieles a su origen y que cuentan historias a través de cada sorbo.