Gastronomía
De la agricultura familiar y el vino a granel, Viña Perucich logró transformar en pocos años sus vinos, apostando por el Cabernet Sauvignon en el Valle del Maule, entre otras cepas de pequeña producción pero gran calidad.
Este sábado se realizó la premiación de Catad’Or World Wine Awards, el principal concurso internacional de vinos de Chile y América Latina.
Como ya es tradición, El Mostrador entregó el reconocimiento a Mejor Vino Ancestral, que este año recayó en Reserva Perucich Cabernet Sauvignon 2017, del vitivinicultor Guido Perucich Navarrete de Viña Perucich en el Valle del Maule.
El vino logró además la Medalla Gran Oro, convirtiéndolo así en el Mejor Vino Campesino del año superando a las otras 70 viñas productoras de vinos familiares y campesinos que se presentaron en el concurso con el apoyo del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap).
“Mi padre llegó desde Croacia. Estudiaba arquitectura en Trieste, Italia, y a los 20 años un tío lo trajo a trabajar a Chile en donde ingresó por Punta Arenas allí por el 1900. Desde ahí se vino a Villa Alegre (Linares) donde conoció a mi madre, que pertenecía a una familia de viñateros, y quien conocía muy bien esa tradición”, cuenta el productor que hoy tiene 82 años.
Su padres se casaron y establecieron en un campo bautizado como Korčula, en homenaje a la isla del Adriático donde nació el migrante. Ahí iniciaron una gran producción de manzanas y siguieron cultivando una viña de uva país con procesos tradicionales que Guido aprendió desde pequeño.
Cuando Guido creció, se instaló en un predio que heredó en el sector Lincura, hacia 1965, aún con parras centenarias, y donde formó una familia con María Inés Oltra.
“Mis abuelos son villalegrinos de cepa, aquí tenían sus viñas. Nosotros nos criamos debajo de los árboles y debajo de las viñas”, recuerda.
Con esa experiencia, y 10 hectáreas, partió con la producción y venta de uva o vino a granel, mientras trabajaba en otros rubros agrícolas. Eso hasta que el mal precio en el mercado, “menor al costo de la producción”, y otras variables, lo llevó a reducir la viña, concentrarse en nuevas parras Cabernet Sauvignon y Carmenere en 3 hectáreas y dar el salto al embotellado con el apoyo de Indap. Hoy no se arrepiente y llama a sus pares: “Echar su vinito en una botella, sacarle un precio distinto, y no vender o regalar la uva”.
Pablo Ugarte, director ejecutivo de Catad´Or World Wine Awards, recalcó que cuando decidieron incorporar en pleno a estos productores estaban “seguros de que podían producir vinos maravillosos” y destaca que una medalla “es un mensaje al consumidor y al comerciante, una certificación de que este vino fue probado y fue bien evaluado, está bien hecho y va a producir placer”.
“Tradición es mantener lo que crearon nuestros antepasados y tener un cariño especial por el vino. El vino no es llegar y hacerlo. La gente a veces no entiende que hay tanto detalle chico que hay que ver para que salgan bien las cosas, partiendo por hacerlo todo con cariño desde la vendimia, el cuidado de la uva, la selección para los distintos vinos que quieres hacer”, asegura el viticultor.
“Y no meterle pura química como se hace a veces”, remata sobre la producción sostenible hacia donde, tiene claro, “va caminando la cosa”.
Además del trofeo principal y el Gran Oro del Cabernet Sauvignon, Viña Perucich obtuvo una medalla de Oro para un Late Harvest 2022.
Para lograr estos resultados, reciben el apoyo de Indap que busca potenciar la vinificación de calidad, con tecnologías, asistencia integral liderada por enólogos y acceso a mercados. Perucich hoy es parte de programas del servicio que consideran el trabajo con enólogos, como el francés avecindado en Chile, Arnaud Hereu.
“La agenda del vino en la Agricultura Familiar está desarrollándose con mucha fuerza, la calidad cada vez es más reconocida y con eso abrimos más y mejores mercados, que es lo que buscamos”, asegura el director nacional de Indap, Santiago Rojas.
Este vino se vende a través del sitio web www.perucich.cl y del Instagram vina_perucic.
