Mientras la Cancillería afirmó que la inscripción de Perú ante la Unesco “no establece derechos de propiedad intelectual ni exclusividad comercial sobre denominaciones de origen”, el Ministerio de Agricultura comprometió su apoyo para declarar el paisaje cultural pisquero como patrimonio mundial.
A inicios de diciembre, la histórica controversia entre Chile y Perú por el origen del pisco volvió a encenderse luego de que el Comité Regional para América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la Unesco incorporara en su registro manuscritos importantes que confirman que el origen del pisco es peruano.
Los manuscritos, que fueron descubiertos en los sótanos del Archivo General de la Nación, fueron restaurados y establecen 1587 como la fecha más antigua de elaboración del pisco de origen peruano.
La defensa desde Pisco Chile no se hizo esperar, asegurando que “los antecedentes históricos y documentales que sustentan el origen del pisco en Chile son sólidos e irrefutables” y que no significaba “un fallo que implique o cierre un debate histórico sobre el origen de nuestra bebida emblemática y orgullo nacional”.
Ahora el Gobierno entró al debate con una aclaración desde el Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la inscripción de patrimonio hecha por el vecino país.
Desde Cancillería aclararon que “la pieza documental inscrita por los expertos de Perú se refiere a documentos de finales del siglo XVI e inicios del siglo XVII que dan cuentan, por parte de escribanos de la época, sobre el desarrollo del cultivo de las viñas y el comercio entre puertos de la región y no se refiere en ningún caso a los orígenes del pisco, como señala el título de la inscripción realizada, lo que constituye una interpretación propia de la lectura del documento”.
En ese sentido, dicen que “es importante señalar que las guías operativas del Programa Memoria del Mundo destacan que la gestión de los registros de patrimonio documental se centran en la preservación y accesibilidad de las fuentes, no en su interpretación ni en la resolución de disputas históricas, lo que se aplica también a las inscripciones regionales”.
Por lo tanto, “la inscripción de una pieza documental tiene un carácter de fomento de la conservación de la memoria y no establece derechos de propiedad intelectual ni exclusividad comercial sobre denominaciones de origen u otros derechos relacionados. La incorrecta utilización de los programas de Unesco para buscar resolver disputas de carácter comercial o técnico entre los países va en el sentido contrario de la constitución de este organismo internacional”.
Además, reafirmaron el compromiso del Gobierno y “su apoyo permanente a la industria pisquera nacional y continúa trabajando para fortalecer su competitividad en mercados internacionales. Este compromiso incluye las acciones jurídicas, diplomáticas y comunicacionales necesarias para garantizar la defensa y promoción de la DO Pisco chilena”.
A su vez, el Ministerio de Relaciones Exteriores reafirmó su compromiso con la protección de los intereses de la industria pisquera chilena y destacó que “el registro de piezas documentales en cualquiera de los programas o listas de Unesco no afecta la protección legal ni comercial de la DO Pisco chilena en mercados internacionales ni modifica los derechos exclusivos garantizados por tratados internacionales”.
Efectivamente, la Denominación de Origen (DO) Pisco es reconocida internacionalmente a través de múltiples acuerdos comerciales, registros en el extranjero y decisiones judiciales que respaldan su protección.
Hasta ahora, “Chile ha promovido una estrategia de coexistencia de denominaciones de origen homónimas como una solución práctica y respetuosa de las normas internacionales de propiedad intelectual. Este enfoque ha sido clave para garantizar el acceso de los productos chilenos a mercados internacionales, resguardando los derechos de sus productores y permitiendo que la calidad y tradición del pisco chileno sean reconocidas globalmente”.
Paralelamente, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, encabezó el Consejo Asesor del Pisco para analizar la controversia y recordó que “tenemos 20 tratados de libre comercio que involucran a 46 países, que reconocen el pisco chileno y ojalá no seguir perdiendo tiempo en tener que defendernos en tribunales de distintos países, porque Perú quiere tener la exclusividad de algo que no es exclusivo y que Chile tiene una denominación de origen, además, que va a cumplir casi 100 años, desde 1931”.
Además confirmó que apoyará el proyecto de “Paisaje Cultural Vitivinícola del Pisco Chileno” presentado por la Asociación de Productores de Pisco Chile, y que busca incorporar el paisaje cultural del pisco chileno a la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
“Nos han pedido que postulemos este 2025, que apuremos el tranco para que nos puedan reconocer el paisaje pisquero extraordinario, un sitio maravilloso, esto es una industria de casi 10.000 hectáreas, con muchas cooperativas, pequeños pisqueros y pisqueras, mucho rol y participación histórica de mujeres en su construcción (…) vamos a reconocer ese paisaje extraordinario con la colaboración de todos los ministerios y que se reconozca a nivel internacional. Se va a más tardar en la primera semana de febrero”, sostuvo el ministro Valenzuela.
Los paisajes culturales son lugares que combinan el trabajo de la naturaleza y el ser humano. Además son ilustrativos de la evolución de la sociedad y del uso del espacio a lo largo del tiempo, bajo la influencia de limitaciones físicas y/o oportunidades presentadas por el medio natural y de sucesivas fuerzas sociales, económicas y culturales.
Francisco Munizaga Muñoz, presidente de la Asociación de Productores de Pisco A.G. Pisco Chile sostuvo que esta iniciativa “es mucho más que documentos y mucho más que una foto, esto se presenta como un patrimonio inmaterial, es la cultura que hay detrás del pisco, es evidentemente la zona, pero también están las actividades productivas, los oficios, los saberes, en fondo la cultura que hay detrás de esta industria”.
Desde 2021 se empezó a documentar el patrimonio histórico, arquitectónico y cultural ligado a la producción pisquera. Anteriormente ya se había hecho entrega formal del documento al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Mientras que la directora del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Nélida Pozo, explicó que “Chile tiene siete sitios del patrimonio mundial, esa es la postulación que hacemos, pero en este caso son patrimonios culturales, ahora vamos a postular a la categoría de paisaje cultural, que implica todos los elementos que están presentes en el territorio, y que implica el rol de las mujeres, como ya se ha dicho, implica el trabajo de las cooperativas”.