Momo: la apuesta del sudeste asiático a la conquista de los paladares porteños
De los dueños del reconocido restaurante de comida thai Samsara, llega esta nueva propuesta gastronómica directamente al Cerro Alegre de Valparaíso. Una carta que se compone de dos estrellas: los momos y los noodles, que hacen gala de su sabor y tradición en países como la India, Nepal y el Tíbet.
Y sin tener que dar mucha explicación, el restaurante Momo toma su nombre de la misma preparación; estas suaves masitas rellenas -primos de las gyozas y los dumplings- que se acompañan de un chutney que sirve como aderezo para cada bocado.
Sus rellenos son variados. En la carta podemos encontrar los de Filete de Cordero ($12.900) que se acompañan de un chutney de tomate con pepino y menta, estilo ensaladilla, bien intensos en sabor. Y para los que quieren mantenerse en la costa, la alternativa son los momos Frutos del Mar ($11.800) que tienen camarones y carne de jaiba y se acompañan de salsa de ostra y cilantro fresco. Súper ricos y generosos de relleno.
Las alternativas veganas y vegetarianas se representan en los momos de Setas ($10.800) que se rellenan con un mix de champiñones Shitake, París y Portobello (u Ostra), algunos secos, con un refrescante chutney de tomates y en los momos de Tofu y Espinaca ($10.800) que van con un cremoso chutney de castañas de cajú, maní y sésamo.
Ariel Tapia, dueño de Momo -y también de Samsara- cuenta que apostó por los momos porque se iba a la segura. Los aprendió a hacer en la India bajo la influencia nepalí, adquiriendo la técnica de la masa, el cierre y la forma de cada uno, además de los rellenos. Es un arduo trabajo hacer momos. Ya los había probado en la carta de su restaurante thai y siempre fueron un éxito. Pero cuando cambiaron el concepto, los momos tuvieron que dar un paso al costado. Por eso no dudó un segundo en ponerlos como protagonistas en esta nueva apertura que se inició exactamente el 01 de enero de este año.
Y para los mañosos -como los define el mismo Ariel- están los momos de Solomillo ($10.800) con un sabroso filete de cerdo y vegetales acompañados de una vinagreta ponzu japonesa, que lleva algunos toques cítricos. Todos se presentan como si fueran un plato de pastas, con los momos sobre el chutney para que puedan ser mezclados y disfrutados, con palillos o cuchara.
La carta de noodles es pequeña, pero en un futuro espera robustecerse de más platos. Aquí encontramos dos preparaciones bien comunes en el sur de Asia, como los Fideos Dan Dan ($12.800) que son originarios de China, pero que se comen mucho en el sudeste. Son fideos de arroz con salsa a base de tahini y maní, acompañados de un filete de vacuno y cerdo que se cocina a la plancha para darle una corteza crocante.
A esta preparación se suma el Curry Laksa ($12.800) un enjundioso plato de fideos vermicelli con camarones y pescado, en una salsa de leche de coco y curry. Un plato muy solicitado en Indonesia, Malasia y Singapur y que probablemente no podrás parar de cucharear. Aún no logran hacer sus propios fideos, por un tema de logística, pero es algo que también se viene en el futuro próximo.
En coctelería, Momo replica las exitosas preparaciones de su hermano mayor Samsara. Así, podemos refrescarnos con una variedad de 4 cocteles de autor entre los que encontramos el Oriental Extract, que lleva piña, vodka Absolut Blue y un toque de cardamomo; el Mango Thai con pulpa de mango, vodka Absolut Mango, amaretto Disaronno y toques de jengibre; y el Gin Albahaca, que se prepara con gin Provincia, albahaca y Esparza (licor de manzana). Todos, a un precio de $6.900. La carta se complementa con un colorido Sour Cilantro ($5.900) que mezcla cilantro, romero, menta y pisco de 40°.
El restaurante, que se refugia en una casona restaurada por el arquitecto Raúl Besoaín y donde estuvo el primer Samsara -ahora está en Cerro Bellavista-, marca una diferencia entre la oferta que abunda en Cerro Alegre, que se llena de turistas en temporada estival, pero que también tiene a los frecuentes parroquianos que habitan sus coloridas calles. A ellos, especialmente a ellos, va dedicado Momo.