
El ocaso de la vida nocturna en Santiago
Santiago, que alguna vez vibró con una vida nocturna diversa y efervescente, hoy enfrenta un escenario muy distinto. Los barrios que solían ser sinónimo de entretenimiento como Bellavista, Lastarria y Barrio Italia, ven cómo los locales bajan las cortinas mucho antes de lo habitual.
Lunes 31 de julio de 2023, el último día en que, tras más de 20 años, la discoteca Mito Urbano funcionó en su local en Providencia, luego de que la municipalidad tomara la decisión de no renovar las patentes de alcoholes a siete establecimientos. El cierre de este histórico punto de encuentro es un símbolo del declive que ha experimentado la vida nocturna en la capital. No solo porque icónicos locales han decidido cerrar, también porque cada vez más establecimientos reducen su horario de atención.
Este fenómeno no es casual. La vida nocturna comenzó a apagarse tras el estallido social de octubre de 2019, cuando el toque de queda y las manifestaciones afectaron directamente la actividad de bares, discotecas y restaurantes. Luego vino la pandemia de Covid-19, que paralizó la industria del entretenimiento por casi dos años.
El temor a salir
Aunque estas dos razones influyeron, están lejos de ser las únicas. Fernando Bórquez, presidente de la Asociación Nacional de Turismo (Anetur), explica que “hace tiempo se instaló una tendencia que inició con el estallido, que continuó obviamente con la pandemia y que posteriormente a eso, después de un pequeño boom, hubo un retraimiento que se ha instalado y que ha quedado como constante, que lo entendemos nosotros, producto de la delincuencia y el temor de salir”.
Según los resultados de la versión 92° de la medición del Centro de Estudios Públicos (CEP) el 57% de la población que contestó el sondeo estima que la delincuencia, los robos y asaltos son la primera problemática que debe solucionar el gobierno actual. Bórquez señala que esto no solo afecta a los clientes, sino también a la economía de los locales nocturnos.
“Hoy día estamos en el peor de los mundos porque la gente está saliendo menos días y además menos horas. Una discoteca no se mantiene solo con un jueves ni un sábado, antiguamente uno podía salir un martes y podía ir a alguna discoteca, había lugares y podía estar hasta las 4 o 5 de la mañana. Hoy eso no pasa”, explica.
El transporte nocturno como barrera
Para los expertos, la falta de transporte nocturno también juega un rol clave. El Metro de Santiago cierra a las 23:00 los fines de semana, lo que limita las opciones para quienes necesitan desplazarse. Máximo Picallo, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía, destaca la necesidad de extender el horario de funcionamiento de este medio de transporte ya que considera que es mucho más seguro.
“El metro es la columna vertebral de todo Santiago y la extensión de su horario podría facilitar el regreso de los trabajadores, porque es un transporte mucho más seguro que andar en micro o tener que caminar”, menciona.
Esta situación contrasta con los horarios de funcionamiento de los metros que ocupan los lugares más altos en los rankings internacionales. Por ejemplo el de Seúl, abre desde las 5:30 am hasta las 1:00 am de forma ininterrumpida, el metro de Tokio y el de Berlín también operan hasta la 1:00 am.

Tradición y comercio en riesgo
El centro de Santiago, con su riqueza histórica y arquitectónica, también se ha visto afectado. Aunque las autoridades muestran voluntad de revitalizarlo, la inseguridad persiste. Hace unos días, el tradicional restaurante del centro, La Piojera, informó que está evaluando trasladarse a Las Condes o Providencia debido a los distintos problemas del sector relacionados con la delincuencia y la baja en su ventas. El cierre de uno de los accesos de la estación Puente Cal y Canto de la Línea 2, donde transitaban en promedio 66 mil usuarios por día, refuerza la sensación de abandono del casco histórico.
Hace un año, la Asociación Gremial de Turismo y Comercio del Centro Histórico de Santiago (Tuchs), señaló que 77% de los comercios de la zona se vieron afectados directamente por la delincuencia, bandas organizadas, comercio ambulante y estigmatización del centro de la capital.
¿Es posible revitalizar la vida nocturna?
Para el presidente de Tuchs, Carlos Concha, es una conjugación de factores que tiene que darse para que la vida nocturna se revitalice. “Tiene que haber seguridad, tiene que haber limpieza y tiene que haber locomoción colectiva. Si eso se da, obviamente los privados vamos a tener que abrir y vamos a querer abrir”, declaró.
Las autoridades insisten en que la recuperación es posible. El gobernador de Santiago, Claudio Orrego, considera que rescatar el centro de la capital y sus barrios icónicos requiere de un esfuerzo conjunto entre el Estado, la ciudadanía y el sector privado. “Tiene que haber un compromiso ciudadano y también del sector privado. Yo me he reunido, por ejemplo, con todos los barrios comerciales de la zona cero; Bustamante, Lastarria, Bellas Artes y Bellavista. Y con ellos hemos hecho un trabajo económico. Aquí tiene que haber una mejor oferta, o sea, tenemos que ponerle marketing, tenemos que ponerle compromiso para que Santiago tenga vida”, indicó.