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Más pollo, menos vacuno: cómo ha cambiado el consumo de carne en Chile Gastronomía

Más pollo, menos vacuno: cómo ha cambiado el consumo de carne en Chile

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La carne es un pilar de la cocina chilena, pero la mesa nacional ha cambiado. Mientras el vacuno mantiene su lugar en platos tradicionales, el pollo y el cerdo han experimentado un crecimiento sostenido.


Desde la cazuela hasta el asado, la carne es protagonista en la cocina chilena. Platos tradicionales como el charquicán, la carbonada y el pastel de choclo han perdurado en el tiempo, consolidando el gusto nacional por las carnes de vacuno, cerdo y pollo. Sin embargo, los hábitos de consumo han ido evolucionando y hoy son el pollo y el cerdo los que lideran la mesa chilena.

El aumento del consumo de carne en Chile

Según los últimos datos de ChileCarne, asociación de exportadores de carnes blancas, en 2024 el consumo per cápita de carne en Chile alcanzó los 82,7 kg, con el pollo encabezando la lista con 33,9 kg por persona. Este incremento se debe a factores como su precio, su versatilidad y la influencia de tendencias gastronómicas internacionales.

En contraste, la carne de vacuno se mantiene estable con 25,7 kg per cápita, demostrando que, aunque sigue siendo importante, su crecimiento es más moderado. El cerdo, por su parte, registró el mayor crecimiento, con un alza del 9% respecto al año anterior, llegando a 19,7 kg per cápita.

Una tendencia en la gastronomía

La tendencia de consumir carnes magras, como la pechuga de pollo y el lomo de cerdo, está relacionada con un interés creciente por la salud y el bienestar. Esto se refleja en el consumo de cortes bajos en grasa que se adaptan tanto a las dietas saludables como a las exigencias de los consumidores modernos.

Pero también han influido el cambio de hábitos y preferencia de comida. Por ejemplo, la gastronomía asiática ha ganado un espacio significativo en Chile, impactando directamente en la demanda de carnes de pollo y cerdo.

En cuanto a comida china, platos como el cerdo agridulce y el pollo Kung Pao han traído una fusión de sabores adaptados al paladar local. También se han popularizado preparaciones como dumplings rellenos de cerdo y wontons fritos.

Además, el auge de la cocina coreana impulsado por la popularidad del K-pop y series de ese país han popularizado la parrillada coreana (con diversos cortes de cerdo y salsas), el dakgalbi (pollo marinado picante) y el pollo frito coreano dakgangjeong, un plato emblemático de Corea del Sur.

Esta tendencia global ha llevado a la industria cárnica a expandir su catálogo, incorporando productos y presentaciones que reflejan la creciente influencia de la gastronomía asiática. En Chile, esto se traduce en nuevos cortes y preparaciones para satisfacer las preferencias, fomentando el desarrollo de alternativas más variadas y enriqueciendo la experiencia del consumidor.

Eso sí, las preparaciones tradicionales de la gastronomía chilena no quedan atrás.  Si bien hay cortes de vacuno como el pollo ganso, plateado o incluso sobrecostilla o asiento son fundamentales para el recetario chileno, las carnes de pollo y cerdo han logrado evolucionar junto con los gustos de los consumidores.

Factores que impulsan el consumo de pollo

El pollo se ha convertido en la opción preferida por los chilenos debido a su bajo contenido de grasa, por lo que favorece a la salud y nutrición. Por otro lado, su precio más asequible lo hace una alternativa atractiva. Además, presenta una versatilidad culinaria, se adapta a diversas preparaciones:

  • Pollo arvejado
  • Cazuela de pollo
  • Pollo crispy
  • Pollo al coñac
  • Palta rellena de pollo
  • Pollo a las brasas

El mercado chileno ha respondido a esta demanda con formatos innovadores, como cortes frescos y congelados, productos marinados y saborizados, e incluso opciones procesadas como nuggets y hamburguesas de pollo.

El auge del cerdo

Si bien el pollo lidera en consumo, el cerdo también ha ganado terreno gracias a su diversidad de cortes y presentaciones, consolidándose en la cocina chilena. Distintas campañas han promovido su consumo, destacando sus propiedades saludables y su versatilidad en la cocina. Con un amplio abanico de opciones, esta carne también se ha adecuado, ofreciendo una propuesta amplia, diversa y exquisita de nuevos productos:

  • Cortes frescos: Lomo centro, pulpa de pierna, costillar y malaya, disponibles en supermercados y carnicerías en distintos formatos.
  • Productos marinados y sazonados: Lomo sazonado, pulpa de pierna adobada y costillar marinado, listos para cocinar y pensados para ahorrar tiempo.
  • Presentaciones congeladas: Costillar, lomo sazonado y longanicillas en formatos que van desde 180 gramos hasta 1,8 kg.
  • Productos procesados: Embutidos como longanizas, chorizos y jamones, ampliamente consumidos en reuniones familiares y eventos.

El crecimiento en su consumo no solo refleja una mayor accesibilidad, sino también un cambio en las formas de disfrutar la comida. Los chilenos, siempre innovadores en su cocina, han sabido incorporar estos ingredientes en nuevos formatos y preparaciones que mantienen viva la tradición, mientras se ajustan a las tendencias globales y locales.

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