
La reivindicación de las clásicas preparaciones del sándwich chileno
Con distintos tipos de carne, e ingredientes como palta, tomate, ají, porotos verdes, queso y pan calentito, el sándwich se ha convertido en un imperdible del menú nacional. Y Fuente Chilena ha sabido resaltar como uno de los lugares para comer y disfrutar de nuestras preparaciones locales.
Medio en broma, medio en serio, muchos extranjeros no entienden cómo los chilenos podemos comer sandwich a cualquier hora y puede ser perfectamente una alternativa de almuerzo o una excusa perfecta para compartir en familia o con amigos. Y es que comer sandwich para nosotros es parte de nuestra tradición republicana, por algo hasta políticos le han puesto nombre a clásicas preparaciones nacionales.
Sin ranking oficial que lo confirme, pero con estudios y costumbres que lo respaldan, Chile se ha posicionado como uno de los mayores consumidores de sándwich per cápita en el mundo. Más que una comida rápida, el sándwich en Chile es una verdadera expresión de identidad.

Plateada italiana con su caldo de cocción. Crédito: Loreto Santibáñez
Y hay un lugar que poco a poco se ha transformado en uno de los favoritos del público: Fuente Chilena. Su éxito no es casualidad. Son elaboraciones sabrosas, bien elaboradas y potencian lo mejor de las tradicionales preparaciones nacionales de manera abundante -nada de por aquí pasó-, si no que se nota la presencia de cada ingrediente.

Lengua completa. Crédito: Loreto Santibáñez
Fuente Chilena abrió su primer local en 2010 y su propuesta fue clara desde el inicio: rescatar los sabores clásicos de la cocina chilena con un enfoque moderno, sin perder la esencia de las tradicionales fuentes de soda. Clásicos como el completo, chacarero, barros luco y mechada italiana se preparan para dejar más que satisfecho a los comensales.

Fricandela luco. Crédito: Loreto Santibáñez
Pero también hay alternativas como una plateada horneada por horas que se puede pedir con su caldo sabroso, casero y reponedor. O la fricandela elaborada con carne de Wagyu, puré de cebollas asadas y finas hierbas. O la exquisita lengua de vacuno cocida en un caldo de verduras, desgrasada, laminada a mano y dorada en la plancha.
Sandwiches de gorda, pernil o arrollado de huaso también se suman a las vienesas, churrascos, hamburguesas, ave o lomitos. Y siguiendo las tendencias actuales, hay alternativas vegetarianas.
Más que sándwich

Empanada de prieta-queso y queso-camarón. Crédito: Loreto Santibáñez
Con un pan sabroso, amasado, que se hace en el local, las preparaciones de Fuente Chilena destacan más allá de los sándwiches. Las empanadas son un clásico irresistible, que se elaboran con queso gouda fundido en una crujiente masa dorada, de esas que te hacen sentir culpable pero sumamente feliz.
Y para quienes buscan algo más ligero, especialmente a la hora de almorzar en la semana laboral, o quieren evitar el pan o desean una alternativa más saludable, siempre está la opción de pedir al plato o pedir una ensalada.

Churrasco el plato: Crédito: Fuente Chilena
También está la alternativa de pedir una ensalada como acompañamiento para agregar algo fresco y balancear el plato, sobre todo cuando destaca por los ingredientes frescos.

Ensalada nortina.
En cuanto a postres, tienen una carta acotada pero efectiva, con preparaciones caseras y cremosas que pueden tener chocolate, manjar y leche. Ojo que al pedir un postre, te regalan un café o una infusión.

Flan casero con salsa de manjar. Crédito: Loreto Santibáñez.
Hoy cuenta con varios locales distribuidos en Santiago, con una estética que evoca la nostalgia de las fuentes de soda antiguas: madera, barra, platos contundentes y atención rápida. Porque el servicio es realmente impecable y con una espera reducida.
Por algo se ha consolidado como una alternativa ideal para almuerzos de oficina o simplemente un gran lugar para pasar un buen momento y disfrutar de los sabores clásicos del sandwich chileno
