Las olas de frío pueden tener efectos negativos en las plantas si es que no se toman algunas simples medidas. Tanto las de interior como exterior requieren algunos cuidados si quieres que luzcan bien y se mantengan sanas.
Las diversas olas de frío que durante el invierno se registran en varias regiones del país, dejan postales llenas de escarcha y ha obligado a los chilenos a abrigarse de manera acorde para no sufrir con los cambios de temperatura entre interiores y exteriores.
Al igual que los humanos, las plantas, tanto en interior, patios o en balcones, pueden verse afectadas por este frío inusual.
Inés Figueroa Cares, académica del Departamento de Producción Vegetal de Agronomía de la Universidad de Concepción, explica que si uno ha elegido bien las especies que están al aire libre, en el jardín o balcón, y son resistentes a las heladas, de acuerdo a las condiciones climáticas de la zona donde estamos, no requiere de un manejo especial.
Sin embargo, en el caso de las plantas de interiores la también doctora en Ciencias en Horticultura advierte sobre “evitar colocarlas cerca de las ventanas, porque justamente eso puede dañar y puede también afectar el frío de afuera, a pesar de que está adentro”.
Tambien recomienda “colocarlas todas juntas en un lugar más protegido y evitar que el macetero quede en contacto directo con el suelo, porque el frío, el hielo del suelo, también puede pasar y puede dañar la maceta. Entonces, mejor colocarlas encima de alguna plataforma, algún cajón, alguna jardinera o algo así”.
En este caso, algunos de los errores comunes que se pueden cometer es exponerlas a calor artificial. “Muchas veces uno las coloca cerca de la estufa, cerca de lugares cálidos, y la verdad es que eso no es lo mejor. La idea es colocarlas en un lugar protegido, pero no acercarlas al calor. Si pensamos adentro de la casa cuando está con calefacción, exceso de calefacción, eso seca el aire y normalmente eso hace justamente que las plantas se deshidraten, porque si el aire está más seco, las plantas, sus hojas van a perder agua”, argumenta.
Ante los constantes cambios de clima y temperatura, se puede estar atento a algunos signos que podrían indicar daño en la estructura de la planta.
“Si hay cambios de color, si pierden las hojas, si se ven marchitas. Normalmente uno asocia marchites de las plantas, sobre todo en verano, por falta de agua, pero a veces exageramos en agregar agua y el exceso de agua también produce daño a las plantas, sobre todo las plantas en macetas. Lo otro, cambios de color, necrosis, daños por insectos, etc.”, detalla.
Por su parte, en caso de estar al aire libre, Susana Fischer Ganzoni, académica de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, sugiere proteger especialmente a las plantas más sensibles, “idealmente colocarle alguna protección, sobre todo a aquellas que son más sensibles, como las leguminosas y algunas plantas trepadoras, por citar algunas”.
La docente explica que en el caso de las hortalizas, se recomienda proteger con mantas anteladas. En el caso de que no se cuente con el acceso a una de estas mantas, algún saco o plástico con perforaciones es una buena opción, permitiendo a la planta intercambiar oxígeno y liberar temperatura. “Pero lo ideal es solamente colocarlo cuando uno sabe que va a estar al aire y después retirarlo”, enfatiza.
La Dra. Figueroa agrega que si la planta está directo al suelo es preferible utilizar algún tipo de mulch o cubiertas protectoras que se extienden sobre el suelo, “por ejemplo, se utiliza bastante ahora corteza de pino, incluso vienen como con colores, y sirve también un poco de manera paisajística. Y eso sirve también porque permite mantener un poco más la temperatura del suelo, evita que salgan malezas. Es como hacer una especie de protección, para que no se hiele tanto el suelo y pueda afectar las raíces de la planta”.
Las temperaturas bajas y la disminución de las horas de luz, son dos factores cruciales para tener en cuenta en el cuidado adecuado de nuestras plantas durante el invierno. En ese sentido, Inés Figueroa alerta sobre la importancia de tratar de que la planta se exponga a la luz natural durante el día y la noche.
“Es importante que las plantas reciban la luz solar para que hagan fotosíntesis, sinteticen y tengan todos sus fotosintratos, sus nutrientes, de tal manera que la planta crezca sana”, detalla.
La experta añade que “en general, las distintas especies están adaptadas y tienen requerimientos diferentes de horas de luz, por ejemplo, en general, todas las plantas que florecen en primavera, cuando empiezan ya a aumentar las horas de luz, son plantas que en invierno se mantienen más en receso y no van a tener principalmente floración. En cambio, hay otras plantas que al contrario, florecen y su desarrollo es con menos horas de luz”.
La Dra. Fischer complementa que en esta época que hace frío, las plantas están “durmiendo”, lo que provoca que se puedan transplantar sin que se dañen, por ejemplo, “la menta, el toronjil, el poleo, que son plantas medicinales aromáticas, uno las puede adquirir —normalmente no van a tener hoja—, y transplantarla sin que sufran daño; entonces, llega la primavera y brotan fácilmente”.
Además plantea que todas las plantas que tienen su origen más cerca de las zonas tropicales, “como las boganvilias o las mimosas, que son plantas ornamentales, son mucho más sensibles a estas temperaturas tan bajas. En cambio, con respecto a las hortalizas resisten bastante bien las bajas temperaturas, como es el caso de la acelga”.
En cuanto al riego, Figueroa explica que “en general, en invierno, uno riega mucho menos las plantas, se riegan con intervalos de tiempo más largo, o sea, menos seguido, porque el agua no se evapora tan rápido, ya que las temperaturas son bajas, a diferencia del verano, que uno a veces tiene que regar todos los días, con mayor frecuencia”.
Y advierte: “Cuando hay posibilidad de helada, es mejor a veces no tener muy húmedo el suelo. Mantener muy húmedo también puede hacer que se congele el agua y eso puede dañar las raíces de las plantas, entonces es mejor no regar, no mojar tanto el suelo”.