La gran deuda histórica del Estado con la industria turística
Largas filas de turistas soportando horas de espera en aeropuertos y pasos internacionales han caracterizado la imagen de este verano en Chile. Esto ocurre tras un 2024 en el que se recibieron 5,2 millones de visitantes internacionales, una cifra que marcó una clara recuperación del sector. Ahora, en 2025, se espera superar los 6 millones de turistas extranjeros, acercándonos al récord histórico de 6,4 millones registrado en 2017.¿
Nuestro país tiene la oportunidad histórica de capitalizar el gran potencial de crecimiento del turismo, transformándolo en un motor de desarrollo económico y social, tal como lo son la agricultura, la pesca o la minería: una fuente inagotable de progreso.
Alcanzar este desafío requiere necesariamente de un Estado moderno que esté a la altura de las circunstancias. Juegan en contra, las deficiencias que hoy exhiben servicios públicos que son esenciales para la expansión y sostenibilidad del turismo.
Las esperas eternas que afectan a los pasajeros en el principal terminal aéreo de nuestro país por la falta de personal en las casetas de atención de policía internacional y el mal funcionamiento de los tótems de autoatención, no solo arruinan su experiencia, sino que también perjudican gravemente nuestra imagen país. Lo mismo pasa en el Paso Los Libertadores, especialmente en este periodo de mayor demanda con miles de visitantes argentinos que han debido soportar largas esperas para cruzar a Chile debido a la falta de personal.
Estas deficiencias contradicen el relato de las autoridades en cuanto a que el turismo es una industria prioritaria y estratégica. No es admisible que, en pleno proceso de recuperación del sector, y ante una creciente demanda de visitantes, los servicios públicos no cumplan con estándares internacionales y resten competitividad a Chile como destino.
Nuestra industria aplaude el proyecto de ley que está tramitando el Congreso para impulsar el turismo, pero si el Estado no moderniza los servicios para responder al crecimiento que se espera, esta iniciativa puede ser contraproducente. Así como ha mejorado sustancialmente la infraestructura de aeropuertos y complejos aduaneros terrestres es fundamental que resuelva las deficiencias que persisten, para lo cual es clave establecer una gobernanza acorde a los desafíos.
La expansión del turismo requiere un apoyo estratégico decisivo por parte del Estado para seguir atrayendo inversión, generando empleos formales y de calidad, aportando a la descentralización y a las economías locales, diversificando la matriz productiva, resguardando el medioambiente y exportando servicios que promuevan y fortalezcan la imagen de Chile en el exterior. El llamado es a impulsar esta gran oportunidad de transformar al turismo en la industria que proyecte a Chile hacia el desarrollo.
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