La colonización de áreas silvestres para la construcción de asentamientos humanos, y para el establecimiento de actividades productivas o industriales, ha conllevado a diversos tipos de impactos en la naturaleza. Uno de ellos se asocia a las interacciones que animales domésticos, como perros y gatos, han establecido con la fauna silvestre.
Los impactos negativos asociados a estos intercambios varían, los animales domésticos pueden interferir con los procesos naturales de distintas especies, constituyendo una fuente de enfermedades y, eventualmente, atacar o cazar fauna silvestre.
A nivel nacional se puede mencionar, por ejemplo, el dramático efecto que han tenido los gatos domésticos sobre las poblaciones de Picaflor de Juan Fernández, especie que hoy en día se encuentra en peligro de extinción; y en la isla Robinson Crusoe se observan habituales ataques por parte de perros a distintas especies de fauna.
A nivel nacional se puede mencionar, por ejemplo, el dramático efecto que han tenido los gatos domésticos sobre las poblaciones de Picaflor de Juan Fernández, especie que hoy en día se encuentra en peligro de extinción.
Además, se registran ataques de perros a distintas especies de fauna a lo largo de todo el territorio nacional, lo que se ha convertido en una de las principales causas de ingreso de pudúes a centros de rehabilitación y de zorros gravemente afectados por sarna.
Si bien las mascotas son miembros importantes de nuestras familias, y la promulgación de la ley de tenencia responsable es un avance significativo en el reconocimiento de los derechos de los animales, debemos recordar que esta ley no solamente se enfoca en los deberes de los tutores para con el bienestar de las mascotas, sino que también en su correcta supervisión y manejo sanitario para evitar consecuencias dañinas para la salud del medio ambiente.
Dentro de este contexto es fundamental que tutores supervisen el movimiento de sus animales, particularmente en zonas rurales.
En lo que se refiere a los ataques a la fauna silvestre, por ejemplo, expertos ya han indicado que la gran mayoría son cometidos por perros que, si bien tienen dueño, pueden moverse con total libertad sin el control o vigilancia de sus tutores.
Es fundamental que reexaminemos la relación que se tiene con los animales de compañía, ya que la fauna silvestre puede verse afectada por ellos. En este contexto resulta clave la educación, ya que se debe tomar consciencia respecto a los riesgos que implica el permitir que las mascotas deambulen libremente y sin resguardo, además de tomar las medidas necesarias para evitar que dañen a nuestra fauna silvestre.