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La conexión niño-mascota y sus beneficios emocionales y sociales Opinión

La conexión niño-mascota y sus beneficios emocionales y sociales

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Paula Ibáñez
Por : Paula Ibáñez Directora Carrera de Medicina Veterinaria Universidad de Las Américas
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La crianza de un animal en casa implica esfuerzo, dedicación y responsabilidad. Aunque esta labor debe recaer en todos los integrantes de un hogar, para los niños el vínculo con sus mascotas adquiere una relevancia mucho mayor, ya que es un factor muy importante, eventualmente crucial para su desarrollo y bienestar emocional.

La conexión entre los seres humanos y los animales tiene una influencia significativa sobre la salud mental de las personas, otorgando una experiencia de acompañamiento, entretención y cariño mutuo.

Esta relación es tremendamente positiva en las edades tempranas, donde se estima que las mascotas pueden ayudar a la estabilidad de la conducta, fomentar la alegría, eliminar la tristeza y disminuir los miedos normales de la infancia.

Las mascotas pueden brindar apoyo emocional al constituirse como silenciosos confidentes de sus pensamientos y sentimientos, ofreciendo consuelo en la tristeza, compañía en la soledad y seguridad ante la incertidumbre.

Del mismo modo, son promotores de la empatía. Los niños que cuidan animales aprenden a identificar las necesidades de otros seres vivos y a interesarse por atenderlas. Como consecuencia, podrán comprender mejor los sentimientos de los demás y forjar relaciones más sanas en su vida diaria.

A nivel de habilidades sociales, la relación con los animales es un aprendizaje constante en la creación de vínculos de amistad y la comunicación con los otros.

También los incentiva a practicar la responsabilidad, en la medida en que son protagonistas del cuidado de sus mascotas, en tareas como alimentar, pasear y cuidar su salud. Son lecciones que fomentan la disciplina, el compromiso y las habilidades organizativas.

La conexión niño-mascota estimula positivamente el potencial cognitivo, porque les ayuda a recordar cosas, prestar atención, razonar, les promueve la curiosidad y la observación.

La experiencia de vivir con un animal es una forma de comprender mejor e interesarse permanentemente por el entorno. Como recomendación, siempre es importante que esta relación sea supervisada por un adulto responsable, y en un entorno seguro y saludable para la mascota y las personas, lo cual evitará cualquier tipo de riesgo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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