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Descubre cómo identificar si tu mascota está enferma o experimenta dolor Mascotas

Descubre cómo identificar si tu mascota está enferma o experimenta dolor

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Daniela Adonis
Por : Daniela Adonis Estudiante de Periodismo, Universidad Santo Tomás
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Es importante siempre estar atento y poner atención a cada uno de los signos que pueden delatar algún tipo de dolencia, es por ello que los profesionales de la salud animal nos ayudan a comprender aún mejor qué podría significar cada uno de ellos.


El vínculo entre las personas y sus mascotas es el principal vector en el conocimiento de sus conductas y, por ende, es una herramienta crucial para poder prestar atención a las señales físicas que pueden indicar algún malestar o enfermedad en nuestros amigos de cuatro patas.

Macarena Forttes, médico veterinaria de la Universidad Andrés Bello (UNAB) y educadora canina, comenta que “podemos ver el aumento o disminución de conductas, como por ejemplo, aumento de las horas de descanso o disminución de la conducta de juego. Por otro lado, podemos ver la aparición de nuevas conductas, como por ejemplo, aislarse o dormir en lugares que no frecuenta”. Es enfática en señalar que “cualquier comportamiento atípico que presente nuestra mascota, debemos estar atentos”.

Por su parte, Francisco Arias, director de la Carrera Medicina Veterinaria de la Universidad de Las Américas (UDLA), Sede Viña del Mar, añade que, en relación al dolor, se puede identificar “de varias formas, por ejemplo: orejas caídas, miedo, dificultad al desplazamiento dependiendo de la dolencia, respirar entrecortado y con dificultad”.

La profesional de la UNAB agrega que también se pueden observar “posturas alteradas ya sea en marcha o estáticos; podemos ver, por ejemplo, que la espalda esté arqueada, cojeras, entre otras” y también menciona que en el caso de los gatos, “la forma en que utilizan la caja de arena nos puede entregar bastante información, ya que cuando cursan con dolor, les cuesta posicionarse, por lo que es frecuente que tengamos eliminación inadecuada”.

También señala que se puede provocar la “evitación activa”, que “es cuando tanto perros o gatos muestran una conducta agresiva cuando alguien se les acerca con el objetivo de que ese dolor no aumente, el miedo a estímulos que antes no provocaban miedo; vocalizaciones, como quejidos, aullidos u otros sonidos diferentes a los habituales”.

Es importante poner ojo a este tipo de conductas que pueden ser poco cotidianas y que, en evidencia, podrían alterar la rutina diaria de perros y gatos, manifestando que algo está ocurriendo en su cuerpo y alterando de manera inadecuada su tranquilidad. 

¿Y cuáles serían los síntomas físicos que puedo notar en mi mascota?

Francisco Arias comenta que dentro de los síntomas más evidentes en las mascotas podrían pasar desde “el ánimo disminuido, baja de apetito, decaimiento, problemas gastrointestinales como diarrea y respiratorios como secreciones”.

Forttes manifiesta que también es importante prestar atención a aspectos más generales como el “aumento o disminución del peso del perro o gato sin razón aparente; pelaje opaco, presencia de caspa o zonas alopécicas –sin pelo–; nariz seca o agrietada; presencia de secreciones en ojos, nariz, vulva o pene; aumento de la frecuencia respiratoria sin relación al ejercicio o calor; aumento de volumen en una zona específica y/o presencia de masas –pelotitas–; mal aliento y/o presencia de tártaro dental y mal olor”.

Es importante observar este tipo de cambios porque también podrían ser señal de que algo está sucediéndole a tu mascota y es fundamental que, en caso de ser así, recurras al profesional de cabecera que esté al pendiente de los controles de tu amigo peludo. Diferencias entre perros y gatos: unos más estoicos y los otros más evidentes, según los profesionales veterinarios, existe una diferencia importante entre ambas especies.

La doctora Forttes manifiesta que “los gatos son animales estoicos, esto quiere decir que pueden ocultar los signos de dolor y los presentan cuando ya ha avanzado bastante la situación de dolor o malestar”, y a su vez comenta que “en el caso de los perros, tienden a dar signos de forma rápida por lo que la familia notará con mayor rapidez que algo está pasando”, es por eso que es recomendable siempre prestar atención a sus signos y acciones, principalmente porque es la única manera real de darnos cuenta si algo está sucediendo físicamente con nuestros regalones en casa. 

“Un paciente joven, muchas veces al tener dolor, su presentación es más aguda y, por ende, tiene episodios de dolor agudo. En cambio, un paciente geriatra o de edad adulta, sus manifestaciones de dolor son más crónicas en un gran porcentaje”, argumenta el profesional Francisco Arias, en relación a las diferencias que existen en cuanto a edad y razas de mascotas. 

Por otro lado, “en el caso de los perros, más que razas, el tamaño influye más ya que la manipulación o costumbres que tienen son diferentes. Por ejemplo, en el caso de los perros pequeños, es habitual que estén en brazos o que les pongan ropa, mientras que en perros medianos o grandes, es más frecuente que nos acompañen en actividades al aire libre o sean más juguetones. En cualquiera de estas actividades podemos notar cambios”, comenta.

Y agrega que “en el caso de los gatos no hay una variación de tamaño importante entre razas, por lo que su tamaño no influye en el tipo de actividades que podemos ver signos”, pero agrega que “en el caso de la edad, en cachorros o gatitos, los signos son más evidentes ya que, como naturalmente son más activos, nos daremos cuenta de forma más rápida”. 

Sin embargo, “en el caso de los gerontes, pasa lo contrario ya que tienden a tener poca actividad física en casa por lo que es más fácil que enmascaren una condición de malestar o dolor que está silente”.

La experta es enfática en señalar que “un factor importante a considerar, tanto en perros como en gatos, es el estilo de vida que llevan, si son indoor (dentro de la casa), outdoor (solo fuera de casa- patio) o mixto, ya que al ser indoor o mixto, tendremos más contacto con nuestra mascota y cualquier cambio físico o de conducta lo notaremos más rápido que aquellos que llevan un estilo de vida outdoor en donde habitualmente, los dueños se dan cuenta cuando ya ha pasado bastante tiempo desde el inicio del problema”. 

Recomendaciones para reconocer las dolencias de tu mascota

  • Es importante conocer las rutinas de tu mascota. 
  • Permítete observar detenidamente cualquier cambio en su comportamiento y, ante cualquier duda, consulta con tu veterinario. 
  • Ante cualquier sospecha de enfermedad o dolor, acude inmediatamente al veterinario. 
  • No intentes tratar problemas en casa sin la orientación profesional adecuada, evita retrasos que puedan afectar la salud de tu amigo peludo. 

Medidas preventivas para que tu mascota no sufra malestares físicos o enfermedades dolorosas 

  • Realiza chequeos anuales con el veterinario, mantén al día las vacunas y desparasitaciones. 
  • Brinda una alimentación balanceada, un ambiente limpio y amor constante.
  • Mantén un vínculo cercano con tu mascota para reconocer si algo pasa en su día a día. 
  • Cuida de tu mascota como un miembro más de la familia, y estarás contribuyendo a su bienestar y felicidad. No escatimes en atención y amor hacia tu compañero. Su lealtad siempre estará ahí para cuando la necesites.
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