Cada 21 de julio se celebra el Día Mundial del Perro, fecha dedicada a concienciar y educar sobre la responsabilidad que conlleva tener una mascota perruna.
En el marco de la celebración del Día del Perro, es importante destacar el papel fundamental que estos animales tienen en la salud mental de las personas.
Según múltiples estudios, los perros no solo son compañeros leales, sino que también brindan beneficios significativos para el bienestar emocional y psicológico de sus dueños, como la reducción del estrés y la disminución de la presión arterial. Además, tener perros puede ayudar a combatir la soledad y mejorar el estado de ánimo.
En la primera encuesta de tenencia responsable, respecto a la importancia de las mascotas para los encuestados, el 99,7% de tutores de gatos y perros asegura que su mascota es parte de su familia y que contribuye a su felicidad.
Camilo Bastías, psicólogo del Grupo Cetep, Centro de Salud y Bienestar recomienda la compañía de un perro como una de las estrategias para mejorar la salud mental. “Siempre y cuando se complemente con otras prácticas de cuidado personal. Los perros, al ser parte integral de muchas familias, ofrecen compañía, amor incondicional, fidelidad y confianza. Diversas investigaciones científicas han demostrado que la presencia de un perro en el hogar aumenta significativamente las emociones positivas en las personas”, comentó.
Interactuar con animales aumenta la producción de hormonas asociadas a la felicidad, como oxitocina, endorfina, serotonina y dopamina, lo que ayuda a reducir síntomas de depresión y soledad. Además, disminuye la producción de cortisol, la hormona del estrés, reduciendo así la ansiedad y facilitando la concentración en el presente. Esto nos permite centrarnos en lo placentero en lugar del malestar. Además, interactuar con los perros aumenta las “ondas alfa” del cerebro, asociadas con la relajación y la concentración.
La American Psychiatric Association destaca que los perros tienen una notable capacidad para detectar y responder a las emociones humanas. Acciones simples como acariciar a un perro pueden liberar oxitocina, una hormona que promueve sentimientos de confianza y reduce el estrés.
Asimismo, en estados de depresión, ansiedad, duelo, aislamiento social o estrés estrés, los perros se convierten en un acompañamiento incondicional, esto nos permite aumentar nuestra autoestima, el sentido de responsabilidad, generando así una mejor integración con la sociedad, en niños mejoran el apego y en él en caso de adultos mayores o personas que experimenten sentimientos de soledad, ayudan a disminuir esta sensación y mejorar un sentimientos de intimidad, conduciendo así a la búsqueda de conservación de la vida en personas enfermas, llegando incluso a convertirse en facilitadores de los procesos de recuperación terapéutica.
Las discapacidades invisibles, como los trastornos del espectro autista, la diabetes o la epilepsia, pueden ser difíciles de gestionar en la vida diaria y en este contexto, los perros de asistencia se destacan por su capacidad para ofrecer apoyo crucial. Estos animales son entrenados para realizar tareas específicas que las personas con discapacidad no pueden hacer por sí mismas, brindando no solo ayuda práctica, sino también compañía y consuelo.
Sin someter a sus dueños a los prejuicios ni discriminación a los que pueden verse enfrentados en la interacción social, los perros de asistencia se convierten en aliados incondicionales para sus dueños, mejorando significativamente su calidad de vida y proporcionando una fuente constante de seguridad y apoyo emocional.
Los perros, y las mascotas en general, ofrecen beneficios significativos para la salud mental y el bienestar de sus dueños. Su capacidad para proporcionar compañía, amor y apoyo emocional no tiene precio. Este Día del Perro, celebremos la invaluable contribución de nuestros amigos peludos a nuestra salud mental y calidad de vida.