Se calcula que en Turquía viven más de 4 millones de perros callejeros. El gobierno de Erdogan pretende mantenerlos bajo control, de manera drástica
Diputados turcos aprobaron este lunes un artículo de un proyecto de ley sobre perros callejeros, que fija que se sacrifique a aquellos que sean considerados enfermos o agresivos, una medida que los animalistas vieron como el preludio de una vasta campaña de eutanasia.
El gobierno, preocupado por un aumento de los ataques y por los casos de rabia debidos a los cuatro millones de perros callejeros que hay oficialmente registrados, asegura que prioritariamente reunirá a esos animales en refugios e incentivará su adopción.
“Nuestro pueblo quiere calles seguras”, justificó el pasado miércoles el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuya formación, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamoconservador) y sus aliados tienen mayoría absoluta en el Parlamento.
El artículo, perteneciente a un proyecto de ley que empezó a estudiarse el domingo, prevé que se sacrifique a los perros “que presenten un peligro para la vida y la salud de las personas y de los animales, que tengan un comportamiento negativo incontrolable y que estén aquejados de una enfermedad contagiosa o incurable o cuya adopción esté prohibida”.
El texto completo del proyecto podría ser aprobado en los próximos días.
El Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata), la segunda fuerza del parlamento y que controla las ciudades más grandes del país, incluidas Estambul y la capital Ankara, dice que sus alcaldes no aplicarán la ley.
El domingo, los diputados que se oponen al texto, que abogan por una gran campaña de esterilización, protestaron en el hemiciclo poniéndose unos guantes blancos manchados de rojo, como si fuera sangre.