Pese a la ley que prohíbe su uso, éste se ha intensificado en los últimos años, poniendo en jaque a los animales de compañía, que muchas veces escapan del hogar producto del miedo que provoca el ruido intenso de los fuegos de artificio.
Si bien en Chile, desde el año 2000, se prohíbe la comercialización y uso doméstico de los fuegos artificiales, solo permitiéndose los espectáculos pirotécnicos profesionales y regulados, lo cierto es que sigue habiendo proliferación de estos artefactos explosivos. Y aunque se ha reducido significativamente las lesiones relacionadas con su uso, como quemaduras, para las mascotas y animales -en general- el tema es completamente distinto.
La subdirectora de la Escuela de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ECA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH) y médica veterinaria, María José Ubilla, explica que para las mascotas existen estímulos estresores físicos, biológicos y psicológicos, que pueden provocar manifestaciones fisiológicas y comportamentales alteradas.
“Un estresor frecuente, que se produce en las fiestas de fin de año y que afecta tanto a perros, gatos y fauna silvestre, son los fuegos artificiales. En algunos animales produce reacciones de miedo, en otros en cambio pueden llegar a producir incluso fobias”, explica la experta.
Las fobias, detalla la médica veterinaria, son respuestas de miedo exacerbadas, con signos como esconderse, temblar, gemir o ladrar, “pueden perder el control de esfínteres o bien quedar con serias heridas por la conducta de escape”, puntualiza.
Para la experta es tarea de tutores y médicos veterinarios reconocer estos signos, de manera de actuar en su prevención y tratamiento. “Existen tratamientos para las fobias, los cuales deben comenzarse a aplicar con tiempo, de manera de realizar a conciencia y de la forma propicia el manejo conductual central, que es la desensibilización al estímulo (fuego artificial u otro), para lo cual es necesario trabajar en sesiones guiadas por un/a etólogo/a clínico/a”, explica la Dra. Ubilla.
Agrega que -a lo antes mencionado- se debe sumar un manejo ambiental importante, como crear una zona segura para el animal, el entrenamiento, la actividad física con juegos y paseos, el uso de feromonas sintéticas de apaciguamiento, evitando los castigos y el uso de tranquilizantes.
“Es importante considerar que los fuegos artificiales no sólo afectan a las mascotas, también a otros animales domésticos, como animales de granja y -además- a fauna silvestre”, finaliza la médica veterinaria.