El alcalde Claudio Radonich sabe que el turismo es fundamental para Magallanes, pero reconoce que más que el clima, los problemas son la falta de conectividad y la falta de apoyo público para potenciar la región. Por eso se ve en la gastronomía una manera de atraer visitantes todo el año.
Desde hace un tiempo que Punta Arenas está intentando posicionarse como el epicentro del turismo relacionado con el Estrecho de Magallanes gracias a experiencias únicas como el avistamiento de pingüinos, ballenas sei y jorobadas, navegación en kayak, además de la riqueza en historia y patrimonio de la zona.
El desafío, eso sí, es que el turismo se mantenga durante el año. Por ejemplo, durante el verano llegaron casi 100 mil visitantes por las cerca de 80 recaladas de cruceros, algo que cae en la época de otoño – invierno y que hace que muchos locales comerciales se mantengan cerrados.
Ante este desafío hablamos con el alcalde de Punta Arenas, Claudio Radonich, quien destacó la importancia de hacer crecer el turismo para la región y también dio cuenta de una falta de apoyo de organismos estatales para incentivar la llegada de visitantes, tanto internos como externos.
¿Cuál es la importancia del turismo para Punta Arenas y la región y por qué es importante romper la estacionalidad y atraer a visitantes todo el año?
Para nosotros es importante, es el 10% del PIB de la comuna, sobre todo porque el 10% de la fuerza de trabajo depende del turismo. Por eso es fundamental la mano de obra, es una actividad que crece, pero sigue siendo estacional y eso deriva en poder incorporar nuevos elementos para que tengamos turismo todo el año.
¿Cómo se vislumbra el crecimiento de Punta Arenas y la región en los próximos años y qué se apunta a seguir desarrollando? ¿En qué ya se está trabajando para ese desarrollo y qué hace falta?
El tema antártico ha sido muy importante pero lamentablemente la cantidad de turistas que ocupan nuestra ciudad como base aún no se refleja en los grandes números vinculados a esta suerte de boom de turismo antártico ni a los cruceros que llegan. Como detalle, esta temporada aún no se recupera respecto a los años pre-pandemia.
Hasta ahora hay un problema de conectividad y precios para llegar a la región. ¿Cómo se está trabajando para mantener cierta constancia para atraer turistas?
Claramente hoy nuestra barrera natural es la conectividad, sobre todo la aérea. Más allá del slogan, nosotros no hemos podido mantener la cantidad de asientos que tuvimos antes de la pandemia. Por ejemplo, Jetsmart tenía dos vuelos diarios, pero ahora no tiene ninguno a Santiago.
Esto es algo fundamental como un tema país, donde los incentivos también permitan conectividad interregional y no solo la de Santiago. Porque aunque la cantidad de turistas que llegan es un poco menor, pero de alto ingreso, lo que queremos es que lleguen turistas a nuestra ciudad de todos los bolsillos. Hay hoteles muy buenos, sofisticados, de alto precio y restoranes en ese perfil, pero también existen muchas hostales de muy buena calidad, de muy buena cocina, con precios bastantes bajos, por tanto, queremos que no haya una barrera como las que hoy sentimos que hay
Así como hay turistas que buscan el verano y sol, también hay turistas “invernistas” que les atrae la nieve y sus paisajes. ¿Cómo se puede atraer a esos viajeros y por qué no se ha podido desarrollar turismo invernal en la región y en Punta Arenas?
Lo que se ofrece en nuestra ciudad, claramente no es sol, no es verano, es naturaleza, es Antártica, es lugares prístinos, tener en un mismo lugar ballenas, pingüinos, hielos y un lugar que es parte del imaginario de la humanidad. Somos el lugar más alejado del centro del mundo, lo más cercano a la Antártica y eso se ve reflejado finalmente en constante historia desde Shackleton, por ejemplo, o la travesía de Magallanes con Elcano hace más de 500 años, por eso es que esto es una experiencia.
Acá hay un turismo distinto para quien se quiera quedar en Punta Arenas. Tres días que permiten ir a Fuerte Bulnes, ver ballenas, cruzar a Tierra del Fuego pero también vincularse con historia. Es un lugar que es distinto al resto de Chile, es un lugar que hay nieve, escarcha, que hay un frío seco pero todo está muy calefaccionado y esperamos que esa senda podamos retomarla.
Porque lo que intentamos hacer como Municipalidad antes de la pandemia fue justamente tener un destino de invierno, no para venir a correr sino para venir a disfrutar. Las personas que van a Lima, van a comer por un fin de semana, da lo mismo el restorán porque saben que hay una calidad, que hay una identidad que finalmente permite tener muchas variables pero todas van a ser buenas. Lo mismo en Buenos Aires, eso es un poco de lo que quisimos hacer y siento que nos fue resultando bien hasta que llegó octubre del año 2019 y después la pandemia.
Al hablar de gastronomía magallánica se viene a la mente la centolla, el cordero al palo, productos del mar o calafate sur. Pero son más los productos que se están desarrollando para hacer crecer tanto la identidad culinaria local, como la del país.
Sin embargo, el alcalde de Punta Arenas reconoce que falta tener una visión conjunta para potenciar Magallanes como parte de la identidad chilena y no solo como algo regional. En ese sentido cree que organismos públicos no han apoyado esa visión.
Eso sí, valora iniciativas privadas como el recientemente lanzado Barrio Patagónico en Vitacura, que justamente honra la cocina hecha con productos locales, donde la zona austral es protagonista.
¿Cuál es la importancia de la gastronomía local y cómo se puede invitar a más visitantes a conocerla, tanto turistas internos como extranjeros?
El tema de la gastronomía tiene que ir de la mano con lo que uno se imagina. Si pregunto a los chilenos que piensan de Magallanes, de Punta Arenas, de la Patagonia, son cosas positivas o neutras, no negativas: viento, frío, historia, Chile distinto, buena comida, gente cálida, seguridad y limpieza, que cuida al medio ambiente, Antártica, pingüino, ballenas y el Estrecho de Magallanes, Torres del Paine y Tierra del Fuego, puros conceptos positivos.
Por eso buscamos que esto tenga un imaginario pero que se concretice con la cantidad de productos que superan por mucho lo que hoy se conoce como el cordero y la centolla. Se ha introducido el guanaco, el pejerrey, la pesca de profundidad cerca de nuestra costas lo que permite un tipo de pescado muy demandado en el exterior.
¿Es necesario destacar el concepto “Patagonia” para que sea apreciado y desarrollado como país y así potenciar el territorio y sus productos como algo nacional y no solo regional?
También en Magallanes queremos tener esta bandera que nos identifica con una gastronomía de alta calidad, diversa, para todos los gustos y para todos los bolsillos. Por eso, uno aquí hubiera esperado que Corfo hubiera tenido este liderazgo, como lo pedimos en un momento, o Sernatur, pero la cantidad de trabas que hubo fue gigante y ahí entraron los privados, una familia que se la ha jugado por elevar el estándar gastronómico de nuestro país y que hoy da un paso, una aventura más, generando este Barrio Patagónico en Alonso de Cordova, que permitirá finalmente este comienzo de una gastronomía vinculada con un territorio indómito en el sur de América, al lado de la Antártica.
Y en ese sentido, ¿qué le parece la apertura del Barrio Patagonico en Santiago?
Esto tiene que ser un trabajo en conjunto y por eso estamos muy agradecidos y muy contentos de lo que se ha hecho en Barrio Patagónico en Vitacura, donde se ha entendido que esto es un concepto, que es una bandera nacional, tal como lo hizo Perú hace 20 años atrás señalando a su cocina como una bandera.
Vamos a estar colaborando activamente, porque este es el comienzo de grandes cosas para nuestra ciudad, no es extraño pensar que en 10 ó 15 años con esta colaboración, pero sobre todo con la convicción que vamos a tener al menos desde la Municipalidad, podemos tener este cambio y no pensar que solamente Magallanes y la Patagonia es cordero y centolla, sino una infinidad de productos, sin químicos, de primera calidad, en el lugar más prístino del mundo, que pueden estar en la mesa no sólo de todos los chilenos sino de todo el mundo.
Seguiremos trabajando en conjunto y esperamos también tener la colaboración de los órganos públicos que lamentablemente han estado ausente de hacer este cambio por convicción y no por obligación.
¿Falta mayor apoyo a nivel público?
Lamentablemente nos hace faltan socios, cuando se pregunta a Corfo o a Sernatur, no hay dinero y creo que las estrategias de estas agencias gubernamentales están muy mal enfocadas finalmente de lo que es el turismo de hoy, que es bastante más dinámico, que no es tan planificado y que busca momentos de experiencias distintas que no han podido entender en el sentido de oportunidad.
El esfuerzo de la Municipalidad ha sido fundamental para mantener esta llama encendida y esperamos poder hacerlo con más intensidad durante los próximos meses. Sobre todo ahora veo una gran oportunidad con lo que se está haciendo con Las Cujas y el Barrio Patagónico, un punto donde nos interesa llegar con productos nuestros, donde el imaginario también se traslada hasta Vitacura pero que también genere las ganas de ir a los lugares originales, Patagonia y Antártica.
Es fundamental tener estos socios, por tanto, no solamente estamos muy contentos sino estamos muy activos, justamente para poder colaborar en este concepto.