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Brasilia, la joven y fascinante ciudad del gigante sudamericano Viajes

Brasilia, la joven y fascinante ciudad del gigante sudamericano

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Paula Peñaloza
Por : Paula Peñaloza Periodista @bitacoradeunasibarita
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La capital de Brasil busca posicionarse como un punto importante de conexión hacia otros países e invita a ser descubierta como destino turístico seguro e ideal para recorrer en bicicleta sus rutas urbanas o para adentrarse en su verde y frondosa naturaleza circundante.


Brasilia tiene mucho que ofrecer y mostrar. Su gente es amable, es una ciudad limpia, ordenada, organizada y versátil. Te recibe con alternativas de turismo aventura, ecoturismo y turismo de ciudad para perderte en su joven historia e innumerables datos curiosos.

Además, es la única ciudad moderna a la que se le ha dado el título de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco, en 1987 y es la tercera que Brasil designa como su capital, después de Salvador de Bahía y Río de Janeiro, en ese orden.

¿Es la capital de Brasil un destino turístico atractivo? 

Puede ser de las ciudades más desconocidas para los chilenos, pero Brasilia tiene mucho que ofrecer para distintos tipos de turistas. Por eso pretende convertirse no solamente en un punto de conexión hacia otros destinos, sino que también en un lugar que sea altamente considerado para ser visitado. 

Fundada en 1960 en la zona centro-oeste del gigante sudamericano, Brasilia fue diseñada por Lúcio Costa y Oscar Niemeyer sobre una meseta vacía en el interior del territorio. Su construcción, utópica y futurista, demoró 41 meses en ser terminada y se reconoce por tener la forma de un avión o un pájaro, donde se cruzan los dos ejes fundamentales que la vertebran: el eje monumental y el eje residencial. 

En días de semana y dentro de la jornada laboral, en el centro cívico casi no se ven ciudadanos a pie. Por el contrario, los autos repletan sus anchas calles. Brasilia no es una ciudad que esté diseñada para ser recorrida caminando. O te subes a un auto o te subes a una bicicleta a pedalear por alguna de sus ciclovías o por sus amplias veredas. 

Si buscas descubrir Brasilia en bicicleta, una gran alternativa es ir con Camelo Bike Tour, quienes cuentan con guías que hablan diferentes idiomas y hacen recorridos estratégicos para conocer y apreciar las obras arquitectónicas modernas más importantes de la ciudad. Los tours pueden durar entre 3 y 5 horas con un pedaleo bastante amigable, ya que se van haciendo varias paradas. Lo importante es hidratarse y cumplir con las normas de seguridad que ellos mismos otorgan.   

Arriba de la bicicleta, puedes hacer el tour por el Eje Central Monumental y conocer la Torre de TV con sus 224 metros de altura, la tercera estructura más alta del país, los 17 ministerios que forman el centro político, la Plaza de los Tres Poderes, donde está el Tribunal Supremo, el Palacio de Planalto -donde radica el poder ejecutivo-, y el Congreso Nacional, que otorga la impactante sensación de estar en un planeta totalmente diferente. Hay una atmósfera especial en Brasilia. 

Por otro lado, no puedes dejar de visitar la Catedral de Brasilia, con su majestuosa forma de corona e indudable manifestación al cielo, según expresaba su propio diseñador Oscar Niemeyer (1907 -2012), quien también diseñó su futurista campanario, cuyas campanas repican para venerar a Nuestra Señora de Aparecida, la virgen patrona del país. 

Ecoturismo, una alternativa educativa 

A casi 54 kilómetros de distancia de Brasilia, un poco más de una hora en auto, está el Parque Nacional Chapada Imperial, un santuario de la naturaleza que se destaca por seguir un modelo de desarrollo sostenible y por ser un área de preservación ambiental y animal, además de desarrollar proyectos de investigación y llevar a cabo un trabajo de inclusión social entre comunidades locales. Sus senderos y abundante vegetación son el escenario perfecto para lucir sus más de 30 cachoeiras -cascadas- naturales. 

Son cerca de 42 mil hectáreas de parque, que lo transforman en uno de los mayores biomas del planeta, las que se pueden recorrer a través de circuitos de trekking o en un camión adaptado para los turistas que permite apreciar magníficamente el imponente y verde paisaje que está situado en uno de los puntos más altos del Distrito Federal, a más de 1.300 metros sobre el nivel del mar. En Chapada Imperial, se dedican mayormente a hacer turismo pedagógico con escuelas, potenciando la educación ambiental y la rehabilitación de animales.

Aquí, habitan muchos que se encuentran en peligro de extinción, como el lobo de crin, el jaguar o el oso hormiguero, además de diferentes tipos de aves como el pavo real y los guacamayos, que ya son parte de la recepción que tiene el público que los visita y que pagan una entrada 160 reales -un poco más de $27.000 pesos chilenos- con los que tienen derecho a un almuerzo, un guía, educación y recorrido, baños y acceso a las cascadas. 

Marcio Imperial es quien administra este paraíso natural, que recibe cada mes a cerca de 1.500 personas en temporada baja y más de 2.000 en temporada alta. Todos ellos buscan recorrer el parque y aprender mucho sobre lo que ocurre en este ecosistema tan maravilloso, tan cerca del centro de la ciudad.  

Puente JK y lago Paranoá 

Otro imperdible de Brasilia es el lago Paranoá, que fue creado artificialmente dentro del Parque da Cidade Dona Sarah Kubitschek, popularmente conocido como el Parque da Cidade. Tiene más de 40 kilómetros cuadrados de extensión y 80 kilómetros de perímetro y se pueden realizar una serie de deportes náuticos, dar paseos en barco o en una lujosa lancha o apreciar parte de su gran fauna marina.

Dentro del parque existen diversos restaurantes, cafeterías y bares de primer nivel, perfectos para pasar la tarde. Aquí, puedes encontrar el restaurante Coco Bambu -perteneciente a la Asociación Brasilera de Bares y Restaurantes, Abrasel – y disfrutar de un exquisito “Camaron Coco Brasil”, un festín de camarones empanizados y rellenos de queso Catupiry, acompañados de un cremoso de Moqueca -pescado- con camarones y cilantro que se coronan con farofa de panko, tocino y puerro. 

También puedes saborear una clásica “Cocada”, muy popular en Brasilia para la sobremesa. Una especie de torta esponjosa de leche y coco, espolvoreada con coco rallado, que resulta ser muy dulce.  

Al recorrer el lago Paranoá se atraviesa el puente Juscelino Kubitschek, que tiene una longitud total de 1.200 metros donde circulan autos, ciclistas y peatones, y es conocido como uno de los puentes más hermosos del mundo. Como dato, cuentan los guías de turismo, que el puente tiene la forma de las ondas que se hacen cuando lanzas una piedra al agua de manera horizontal. 

Se inauguró en diciembre del año 2002 y ha ganado una serie de reconocimientos debido a su diseño y construcción en acero. 

Cómo llegar

Hay varias aerolíneas que ofrecen vuelos a la capital brasileña. Sin embargo, gracias a la reapertura de la ruta directa entre Santiago y Brasilia operada por Latam, con vuelos diarios durante el mes de julio, se busca fortalecer la conectividad entre ambos países, tanto de negocios como de turismo.

“Hay que pensar que cuando se genera conectividad de este tipo, conocemos otros lugares y entendemos el valor que tienen. Acá estamos conectando con una capital mundial en términos de arquitectura, de cultura, de su política y economía. Los pasajeros van a disfrutar esta ruta y se verán beneficiados de ella”, asegura Juan José Tohá, director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Latam Airlines Group.

Brasilia así surge como una nueva y atractiva alternativa a los destinos frecuentados por los chilenos en el país carioca como Río de Janeiro, Sao Paulo o Florianópolis. ¡Visítala!

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