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Torres del Paine en invierno ofrece una experiencia completamente única y diferente. Si bien el clima en la Patagonia puede ser impredecible, con fuertes vientos y cambios rápidos, se puede disfrutar de la belleza natural del parque con menos multitud y mucha más tranquilidad. Y hay varias opciones.
El Parque Nacional Torres del Paine es una verdadera joya natural que se encuentra en la Patagonia chilena. Por algo fue nombrado en 1978 como Reserva de la Biósfera por la Unesco y el 2013 fue elegida la Octava Maravilla del Mundo por votación popular.
El lugar es uno de los principales atractivos turísticos de nuestro país y es famoso internacionalmente por sus impresionantes paisajes, que incluye imponente montañas, lagunas azules y vastas extensiones de naturaleza prístina.
Además, es un paraíso para los amantes de las actividades al aire libre y ofrece diversas actividades como caminatas, excursiones, campamentos y observación de vida silvestre, con avistamientos de guanacos, zorros, cóndores, numerosas aves e, incluso, pumas.
En el Parque Torres del Paine, hay varios lugares característicos que son icónicos y representativos. Para empezar están las Torres del Paine en sí, que se refiere al conjunto de tres imponentes picos de granito que son el símbolo más reconocible del parque.
También está el Mirador Base Torres, que ofrece una vista impresionante de estas formaciones rocosas, especialmente al amanecer cuando se iluminan con los primeros rayos del sol.
Otro importante conjunto de macizos son los que rodean las Torres y se llaman Los Cuernos del Paine, que se elevan majestuosamente sobre el paisaje y tienen una silueta distintiva e impresionante desde varios puntos de vista dentro del parque.
El Valle del Francés a su vez es un espectacular desfiladero entre montañas que ofrece impresionantes vistas panorámicas. Es parte del circuito “W” y es conocido por su belleza escénica y la posibilidad de ver cascadas.
También está el Mirador Británico, que ofrece una vista panorámica impresionante de los glaciares, montañas y valles circundantes. Es un lugar popular para detenerse durante el circuito “O” y disfrutar de un momento de asombro ante la belleza natural.
Mientras que el Lago Pehoé es un hermoso lago de aguas turquesas que contrasta con el paisaje circundante, lo que lo hace un lugar muy popular para tomar fotografías y disfrutar de la tranquilidad del entorno. Bordeando el lugar está la imponente cascada llamada el Salto Grande.
Además, en el extremo occidental del parque está el Glaciar Grey, otro de los principales atractivos al ser uno de los glaciares más grandes de la región, es una de las mas importantes reservas de agua dulce del mundo y en cuyo lago se realiza navegación.
Y si bien primavera y verano son las estaciones más visitadas, porque el clima más benevolente, y otoño cautiva por los diferentes colores que se pueden apreciar, una opción muy interesante es hacerlo en invierno. Aunque hay menos rutas disponibles, quienes han realizado alguna visita o excursión quedan gratamente complacidos con las condiciones para realizar trekking en un paisaje imponente y completamente nevado.
Visitar Torres del Paine en invierno puede ser una experiencia única y memorable para aquellos que buscan aventuras al aire libre en un entorno natural impresionante. Sin embargo, es importante considerar algunos factores y, sobre todo, estar bien preparados para las condiciones climáticas teniendo en cuenta los posibles desafíos y limitaciones que pueden surgir durante esta época del año.
Por eso es necesario saber algunas cosas antes de aventurarse. El lugar puede ser extremadamente frío y ventoso, con temperaturas que pueden llegar por debajo de cero, especialmente durante la noche.
Estas condiciones climáticas pueden ser impredecibles, por lo que es importante estar preparado con ropa y equipo adecuados. También es imprescindible hacer un trekking con un operador turístico certificado que proporcione algunos implementos como bastones o raquetas de nieve para los pies.
Cuando visitas Torres del Paine, hay algunas obligaciones importantes que debes tener en cuenta, como respetar las reglas del parque: Torres del Paine es un área protegida y es crucial seguir todas las reglas y regulaciones establecidas para proteger su frágil ecosistema. Esto incluye permanecer en los senderos designados, no dejar basura, no alimentar a la fauna silvestre y respetar las restricciones de acceso a ciertas áreas.
Otro factor importante es que durante el invierno, muchos alojamientos, restaurantes y servicios en el parque pueden estar cerrados o tener horarios reducidos.
Llegar a Torres del Paine generalmente implica viajar a la ciudad de Puerto Natales, que es la puerta de entrada más cercana al parque -a solo 1 hora- y que cuenta con vuelos directos. Allí se puede contratar el servicio que incluye traslado y guía para el trekking. Otra forma de hacerlo es desde Punta Arenas, que está aproximadamente a 3 horas de distancia por carretera.
Y por supuesto, también es importante verificar el estado de las carreteras y senderos antes del viaje y seguir las recomendaciones de seguridad de las autoridades locales.
El Trekking Base Torres es una de las rutas de senderismo más emblemáticas del Parque Nacional Torres del Paine y, como su nombre lo indica, su objetivo es llegar a la base de las icónicas torres de granito que dan nombre al parque
El mirador ofrece una vista directa de las tres Torres del Paine (Torre Sur, Torre Central, y Torre Norte), que se elevan sobre un lago glaciar y es un lugar espectacular para tomar fotografías y disfrutar de la magnitud del paisaje.
Son aproximadamente 4 horas de subida y 4 horas de bajada por la nieve y es de complejidad moderada. La distancia total es de aproximadamente 18 a 20 kilómetros, sumando ida y vuelta.
También se debe considerar que en invierno, los días son más cortos, lo que significa que hay menos horas de luz para completar la caminata. Es crucial comenzar temprano para asegurarse de regresar antes de que anochezca.
El punto de partida es generalmente el refugio Torre Central o el Camping Las Torres. Desde allí, se comienza una ascensión a través de un bosque de lenga. Luego, se cruza un río y se sigue hacia el Campamento Chileno, donde se puede tomar un pequeño descanso.
A partir de ahí, el camino se vuelve más empinado y rocoso hasta llegar al Mirador Base Torres como punto culminante.
Debido a la naturaleza impredecible del clima en la Patagonia, es importante estar preparado para cambios repentinos en las condiciones climáticas. Esto significa llevar ropa adecuada para el frío, el viento y la lluvia. Es importante llevar ropa y zapatos para nieve, porque es probable que se ponga a nevar durante el recorrido y porque además el frio las desgasta con mayor facilidad.
Hay que equiparse con gorro, guantes, calcetines adecuados, primera capa, pero no hay que ir muy cargado, porque es mucho rato caminando. La idea es ir con el menor peso posible, pero sin dejar de lado colaciones livianas -pero que den energía- y una muda de ropa ya que se transpira en el camino y porque la nieve o lluvia puede hacer que uno se moje.
Además, la nieve y el hielo pueden hacer que el sendero sea mucho más resbaladizo, especialmente en la última sección hacia el Mirador Base Torres, que es la más empinada y rocosa.
Si bien no es posible llegar directamente a las Torres del Paine en auto, sí se puede acercar bastante en vehículo a varios puntos del Parque Nacional Torres del Paine y luego realizar caminatas más cortas para disfrutar de vistas espectaculares de las Torres y otros paisajes icónicos del lugar.
Esta es una excelente opción para quienes tienen limitaciones de tiempo o prefieren una alternativa más cómoda y menos exigente físicamente para conocer el parque.
Si se está hospedando en Puerto Natales, se puede arrendar un auto 4×4 o tomar excursiones de un día al parque en un vehículo que traslade a los puntos de interés más destacados del lugar con guías que explican la historia y la naturaleza del área.
La mayoría de los miradores y puntos de interés mencionados anteriormente (como el Lago Pehoé, Salto Grande, Laguna Azul, etc.) son accesibles en invierno, pero las condiciones del camino pueden variar. Algunos accesos o senderos podrían estar cerrados temporalmente debido a la nieve o por razones de seguridad.
Como durante el invierno las carreteras dentro y alrededor del parque pueden estar cubiertas de nieve, hielo o barro, puede que la conducción sea más difícil, por lo que es indispensable alquilar un vehículo con tracción en las cuatro ruedas (4×4) y asegurarse de que esté equipado con neumáticos de invierno. También es aconsejable llevar cadenas para los neumáticos, ya que podrían ser necesarias en algunos tramos.
Uno de los tours imperdibles en el parque es la navegación por el Lago Gray, que continúa operando durante el invierno aunque con un número reducido de salidas debido a la menor demanda y las condiciones climáticas.
Y si bien las temperaturas en el Lago Grey pueden ser muy bajas y el viento puede ser intenso que en otra época, navegar por el Lago Grey en invierno ofrece una experiencia única, con el glaciar y los icebergs rodeados por montañas nevadas.
El paisaje es impresionante y diferente de lo que se ve en las estaciones más cálidas. Eso sí, como el clima en la Patagonia es muy impredecible, puede haber momentos con el día más claro y cielos despejados, y otros con nieve y niebla. Estas condiciones pueden afectar la visibilidad del glaciar y los icebergs flotantes en el lago.
La navegación permite disfrutar de las vistas panorámicas desde el agua y acercarse a los glaciares y icebergs. Y si bien las condiciones del agua en invierno pueden ser más desafiantes, los operadores están acostumbradas a estas condiciones y toman las precauciones necesarias para garantizar la seguridad de los pasajeros.
Eso sí, debido a las condiciones climáticas, hay que saber ser flexible, ya que puede que las navegaciones sean canceladas o reprogramadas en el último minuto.
Actualmente hay vuelos directos a Puerto Natales todo el año. En septiembre, la gran mayoría de los hospedajes ya está abiertos para recibir a los turistas. De todas maneras hay algunos que no cierran en todo el año y que vale la pena tener en cuenta, desde hoteles, hostales, refugios y cabañas que se adaptan a diferentes necesidades y presupuestos.
El Hotel Costa Australis, ubicado frente al mar, en la costanera y centro de Puerto Natales, sigue la arquitectura característica de la ciudad que es un reflejo de su cruce cultural, mientras que Kau Patagonía es un cómodo y acogedor Lodge que cuenta con una privilegiada vista al fiordo Última Esperanza.
Otras alternativas son The Singular Patagonia conserva a su vez un rico patrimonio y el encanto de la antigua fábrica de refrigeradores Bories del siglo XX, mientras que el Simple Patagonia es un hotel boutique diseñado para realzar el maravilloso paisaje que lo rodea. La arquitectura es de líneas simples, predominando los grandes espacios y ventanales, complementado con la calidez de la madera nativa.
El Hostal Francis Drake también es un gran lugar para comenzar la aventura en la Patagonia, al igual que las Cabañas Ultima Esperanza, ubicadas a poca distancia del centro de Puerto Natales.
