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Nuquí: el destino secreto del Pacífico colombiano para descontracturar el alma entre selva y playa Viajes

Nuquí: el destino secreto del Pacífico colombiano para descontracturar el alma entre selva y playa

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A solo una hora en avión desde Medellín, el Pacífico colombiano es ideal para personas aventureras y amantes de la naturaleza. Esta propuesta de viaje de 8 días y 7 noches combina la vibrante cultura urbana de Medellín con la belleza natural prístina de Nuquí


Sentado sobre el madero de una vieja lancha y acunado por el oleaje del Pacífico, observo las playas vírgenes de Nuquí. Me cuesta creer que estoy a solo una hora en avión desde Medellín, porque frente a mí solo veo montes de la Selva Tropical del Pacifico. Aquí no llegan las carreteras del mundo moderno y para conocer esta hermosa costa, nos tenemos que movilizar en lanchas por el mar.

Avanzamos desde Nuquí hacia el sur, siguiendo el camino de las olas. A un lado veo el horizonte marino y al otro una inacabable silueta de playa, coronada por un tupido bosque tropical. Entre la espesa vegetación puedo distinguir los techos de paja y madera de quienes viven en este lugar, descendientes de africanos que conviven desde hace cientos de años con los pueblos originarios del territorio.

Estoy en un lugar donde las ballenas jorobadas vienen a dar a luz entre julio y octubre, y los tinglares vienen a poner los huevos que darán origen a la siguiente generación de tortugas marinas que, cada atardecer (entre agosto y marzo), rompen el cascarón y se deslizan pequeñas hacia el mar. De hecho, anualmente se organizan grupos de apoyo humano, para ayudar a estas crías a sortear a las gaviotas y cangrejos que las esperan con hambre.

Una visita al paraíso

Quienes visitan Medellín tienen la opción imperdible de conocer este paraíso. Por eso detallo aquí esta experiencia única que combina la vibrante cultura urbana de Medellín con la belleza natural prístina de Nuquí. Esta propuesta de viaje ofrece un balance perfecto entre aventura, cultura y conexión con comunidades locales, permitiéndote experimentar dos facetas contrastantes de Colombia.

Los primeros dos días de este itinerario son para llegar a Medellín, aclimatarse, disfrutar una agradable noche de bienvenida y luego una jornada de recorrido por la ciudad, bullente de arte e historia. Al tercer día salimos del Aeropuerto Olaya Herrera hasta Nuquí, donde nos recibe el intenso verde de la selva frente al mar. Nos acomodamos en el Piedra Piedra Lodge, disfrutamos un almuerzo local gourmet y caminamos por las playas de Guachalito.

Al cuarto día, en temporada de ballenas (julio-octubre) salimos hacia Cabo Corrientes para salir a hacer avistamiento de ballenas en un lugar que además es apropiado para la pesca y el buceo. Si no coincidimos con esta temporada tenemos panoramas de sobra. Podemos irnos a la comunidad de Termales para realizar un recorrido por sus playas solitarias, atravesando ríos que desembocan en el mar, adentrarnos en la selva y conocer a su hermosa gente.

El quinto día nos toca el río Joví para navegar en canoa hasta la cascada La Chontadura y luego almorzar en el sorprendente restaurante La Zotea, en la comunidad de Coquí. Terminamos la jornada en la playa de Arena Azul para un momento de bienestar, con un masaje de exfoliación corporal con arena azul y sábila. Al día siguiente recorremos la comunidad de Panguí para escuchar el grupo de Cumbancha y tamborito (patrimonio cultural de la nación), probar el viche (bebida ancestral) y conocer historias y leyendas ancestrales.

Y los últimos dos días de este viaje son para regresarnos a Medellín a disfrutar de su bullente actividad cultural y cerrar el viaje con una noche de salsa y sabor colombiano. Si te entusiasma esta propuesta, te invito a vivir para contarlo (igual que yo) con una experiencia inolvidable junto a nosotros en Tolmo Viajes.

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