Con paisajes que parecen sacados de otro planeta y una diversidad natural única, la cordillera de la región de Atacama se posiciona como uno de los destinos más atractivos para esta temporada de vacaciones.
La cordillera de Atacama no solo es un destino para amantes de la naturaleza, sino también para quienes buscan desconectarse del ritmo urbano y explorar lugares únicos en el mundo.
Con sus paisajes extremos y cielos despejados, esta región promete ser uno de los grandes protagonistas de las vacaciones 2024-2025, ofreciendo una combinación perfecta de aventura, tranquilidad y asombro.
Este rincón del norte de Chile ofrece una experiencia cinematográfica para quienes buscan escapar de la rutina, rodearse de naturaleza imponente y descubrir ecosistemas que parecen sacados de un film de ciencia ficción
Declarado Parque Nacional en 1994 y administrado por Conaf, el Parque nacional Nevado de Tres Cruces es el punto de partida perfecto para explorar la cordillera atacameña.
Su altitud es de 3800 a 4200 metros sobre el nivel del mar, alberga paisajes de contrastes, desde salares brillantes hasta lagunas altiplánicas de aguas turquesas. Además, es hogar de una gran diversidad de fauna, como flamencos andinos, vicuñas, guanacos y zorros culpeos.
Dentro del parque, la laguna del Negro Francisco resalta como un paraíso para los amantes de la fotografía y la observación de aves. Dividida en dos secciones de distinta salinidad, esta laguna se rodea de volcanes que complementan el paisaje.
A 4.200 metros de altitud, la laguna Verde cautiva con el intenso color esmeralda de sus aguas, originado por la alta concentración de minerales. Este lugar es ideal para quienes buscan combinar aventura y relajación porque ofrece un espacio perfecto para descansar mientras se disfruta del imponente paisaje montañoso.
Considerado el salar más austral de Chile, el salar de Maricunga, situado a 3.700 metros de altitud, se caracteriza por su vasto desierto blanco que contrasta con el cielo azul y las montañas circundantes. Este destino es perfecto para quienes buscan paz y conexión con la naturaleza. Además, es hogar de una importante población de flamencos que resaltan con sus tonos rosados sobre el blanco salino.
Aunque menos conocido que el salar de Maricunga, el salar de Pedernales ofrece un ecosistema igualmente fascinante. Este lugar alberga aves migratorias y especies adaptadas a las condiciones extremas del altiplano, siendo un destino ideal para la observación de fauna y un paseo tranquilo en medio de un entorno único.