
Turismo Antártico: aventura extrema con conciencia ambiental
El turismo Antártico en Chile ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años. Por su privilegiada posición geográfica, el extremo sur de nuestro país se está transformando en unas de las principales puertas de entrada al continente blanco y la infraestructura que ofrecen los puertos de Punta Arenas y Puerto Williams, convirtiéndose en un referente a nivel mundial.
Con los cambios que se produjeron en los gustos y preferencias de los turistas tras la pandemia, se incrementó el interés por disfrutar de viajes diferentes, lo que ha llevado a un aumento por realizar turismo Antártico. Aunque actualmente son operadores internacionales los que han innovado en esta nueva oferta turística, el éxito es innegable. Durante la temporada 2022-2023, una de las empresas de crucero que trabaja en este destino, transportó a 2.688 viajeros de 54 nacionalidades, principalmente europeos, norteamericanos y asiáticos. Se trata todavía de un tipo de turismo de elite, con un promedio de gastos de US$ 6 mil, por ello, los pasajeros nacionales constituyen apenas el 2% de esta demanda.
Este innovador destino, ofrece una oportunidad extraordinaria para Chile, pero debe conllevar la responsabilidad de preservar su integridad ecológica, asegurando que las futuras generaciones también puedan disfrutar de la belleza y la biodiversidad que ofrece el continente blanco.
La Antártida es uno de los ecosistemas más frágiles del planeta y su biodiversidad, adaptada a condiciones extremas, es altamente vulnerable, especialmente a la presencia humana. En este contexto, es fundamental que las excursiones turísticas cumplan con límites establecidos en el número de visitantes, implementen educación ambiental y sigan protocolos claros para los turistas. Además, se debe promover la correcta interacción con la fauna, y las empresas deben garantizar el manejo adecuado de los residuos y desechos generados por la actividad. A nivel
estatal, se requiere contar con políticas públicas efectivas y fomentar la colaboración activa entre operadores turísticos y visitantes.
Nuestro país tiene la responsabilidad de liderar un turismo Antártico basado en la sustentabilidad, promoviendo prácticas que permitan seguir explorando y admirando este territorio, sin comprometer su frágil equilibrio.
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