La iniciativa contará con conos de amplificación para escuchar los sonidos de la naturaleza, lupas para descubrir las maravillas del reino fungi, y visores telescópicos, entre otros elementos museográficos para relevar el patrimonio cultural y natural del Santuario Humedal Río Maipo.
El Parque Humedal Río Maipo se encuentra en la ribera sur del Río Maipo, entre las ciudades de Santo Domingo y San Antonio-Llolleo. Posee una extensión de 33,36 hectáreas, en las que habitan una gran diversidad de especies de flora y fauna, en medio de variados paisajes.
Fue creado el año 2002 con el objetivo de resguardar la biodiversidad presente en este importante ecosistema, y de facilitar el acceso de vecinas, vecinos y visitantes al humedal. El año 2014 la gestión del Parque comenzó a contar con el apoyo de Fundación Cosmos, y desde noviembre de 2018 pasó a ser administrado y gestionado por la institución.
Los humedales costeros son fundamentales para mantener el equilibrio en el planeta. Así como se dice que los bosques son sus pulmones, los humedales serían sus riñones, porque participan en el ciclo del agua y son capaces de depurarla gracias a su vegetación que filtra y elimina las sustancias tóxicas provenientes de plaguicidas, derrames industriales y actividades mineras. Son, por lo tanto, las mayores fuentes de agua dulce de la Tierra.
Al interior del parque coexisten diversos hábitats que dan origen a una singular biodiversidad, que incluye conocer pajonales, matorrales, dunas interiores y exteriores, estuario y playa, y descubrir su flora, fauna y maravillosos paisajes que ofrece.
Hace unos días se inauguraron las primeras 12 de 24 estaciones del proyecto “Humedal Río Maipo: Museografía sobre un socioecosistema”, que estarán abiertas a la comunidad dentro del sector del Parque.
Esta iniciativa, liderada por la Fundación Cosmos y financiada a través del concurso “Ciencia Pública” del Ministerio de Ciencias, Tecnologías, Conocimientos e Innovación, busca dar a conocer el patrimonio cultural y natural de este ecosistema y mejorar la experiencia educativa e interpretativa de los visitantes del Humedal a través de elementos gráficos e interactivos.
También se busca expandir en 2024 el proyecto a otros sectores como la Caleta de Pescadores Boca del Maipo, en Llolleo. El propósito de estas estaciones es dar a conocer la historia y biodiversidad del Humedal Río Maipo, con énfasis en la diversidad de avifauna presente y la relación ancestral de las comunidades con este territorio.
Gracias a este proyecto las y los visitantes tendrán la oportunidad de sumergirse en el ecosistema a través de instalaciones como “Los Arquitectos del Pajonal”, que incluye una guía de campo descargable mediante códigos QR y un panel interpretativo dedicado a los hábitats de las aves del totoral, además de visores para observar de cerca los nidos de estas aves.
De manera similar, la estación “Los suelos y aquello que no vemos” proporcionará a los visitantes la posibilidad de explorar el mundo subterráneo a través de paneles interpretativos, instrumentos de amplificación de sonido y dispositivos que amplifican la visión, lo que les permitirá a los visitantes adentrarse en el conocimiento sobre los suelos y sus complejas interacciones con el entorno. Como estas habrá otras 10 estaciones donde las personas podrán conocer en profundidad este valioso ecosistema.
“Nos llena de alegría poder inaugurar esta primera etapa que nos encamina a nuestro objetivo de potenciar el vínculo entre la comunidad y este importante ecosistema protegido. A través de este proyecto, buscamos generar experiencias que dejen una huella significativa, inspirando a todos los vecinos y visitantes a proteger este entorno para que más personas a futuro puedan ser testigos de su gran valor ecosistémico”, señaló Diego Urrejola, director ejecutivo de Fundación Cosmos.
En su totalidad, el proyecto considera 24 estaciones. Las 12 instalaciones restantes, están en búsqueda de financiamiento para estar operativas durante los próximos años. Se proyecta que esta iniciativa llegue a más de 25 mil personas al año, brindando la oportunidad de estimular su curiosidad y, sobre todo, su capacidad de cuestionamiento como agentes activos en este socioecosistema.