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Tras presenciar uno de sus últimos espectáculos, un fanático desprevenido se horrorizó y decidió demandarla, alegando que lo consideraba “pornográfico”. El hombre estuvo presente, específicamente, en el espectáculo que la reina del pop ofreció en marzo en Inglewood, California.
Desde los años ochenta, Madonna decidió forjarse un camino en la industria musical, tomando a Cyndi Lauper como referencia e inyectándole una gran dosis de sensualidad, ironía e incorrección política. Con su impronta única, dejó en claro que su presencia en el mundo no pasaría desapercibida, rechazando convertirse en una mera imagen sin sustancia.
Con el paso del tiempo, la icónica diva del pop abrazó diversas causas humanitarias, provocó escándalos con sus canciones e incluso publicó un libro dedicado al sexo. Continuó coqueteando con la idea de ser un símbolo de la libertad sexual.
Tras presenciar uno de sus últimos espectáculos, un fanático desprevenido se horrorizó y decidió demandarla, alegando que lo consideraba “pornográfico”.
Según informaron varios medios este jueves, Justen Lipeles, uno de los millones de espectadores de la gira “Celebration” de la cantante, expresó su opinión de que el espectáculo incluía “pornografía sin previo aviso”.
El hombre estuvo presente, específicamente, en el espectáculo que la reina del pop ofreció en marzo en Inglewood, California, y presentó una demanda porque lo consideró demasiado sexual. “Me vi obligado a presenciar mujeres en topless en el escenario simulando actos sexuales”, afirma, espantado, en la demanda, que fue dada a conocer por el medio digital Blast.
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Según los informes, Lipeles sostiene que no fue el único motivo que lo llevó a presentar la demanda. Según Page Six, el hombre también acusa a la cantante de “Like A Virgin”, de 65 años, de apagar el aire acondicionado dentro del estadio, lo que supuestamente provocó que él y otros aficionados comenzaran a sudar profusamente. En su narración, el demandante afirma que cuando los asistentes al concierto expresaron su malestar por el calor en el estadio, la diva sugirió a la multitud que se quitara la ropa.
Lipeles está acusando a Madonna y a Live Nation de seis delitos, que incluyen incumplimiento de contrato escrito, tergiversación negligente, angustia emocional y publicidad engañosa, según reporta Blast. Además, él afirma que fue engañado sobre la hora de inicio del espectáculo: asegura que se anunció que el concierto comenzaría a las 20:30, pero no inició hasta las 22:00, y que la cantante de “Like a Prayer” hizo playback en algunos momentos del show.
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En enero, la artista enfrentó problemas debido a un retraso en sus conciertos de Nueva York. La reina del pop realizó tres espectáculos en la Gran Manzana durante el mes de diciembre y se vio envuelta en una demanda presentada por algunos de los asistentes. En aquella ocasión, Madonna llegó dos horas tarde a sus shows realizados el 13, 14 y 16 de diciembre en el Barclays Center de Brooklyn. Fue acusada de “publicidad engañosa” a través de una demanda presentada por dos asistentes al concierto, Michael Fellows y Jonathan Hadden, según informó el sitio TMZ.
En ese caso, los demandantes, quienes también señalaron a la estrella y a la empresa productora del espectáculo, Live Nation, expresaron que los espectáculos programados para las 20:30 no comenzaron hasta las 22:30. En los documentos legales, afirman que estos retrasos constituyen un “ejercicio gratuito de publicidad falsa, tergiversación negligente y prácticas comerciales desleales y engañosas”, una acusación similar a la presentada por Lipeles. Además, plantearon que Madonna tiene un historial prolongado de no comenzar sus conciertos a la hora prevista.
En diciembre de 2023, la estrella también enfrentó críticas por parte de sus fans después del primer concierto de su gira en Norteamérica, en Nueva York. Subió al escenario a las once de la noche, cuando el comienzo del espectáculo estaba anunciado para las 20:30. Algunos exigían una disculpa pública, mientras que otros solicitaban la devolución del valor de las entradas.
