El animal mordió a la niña en la parte posterior de la cabeza. El padre reaccionó rápidamente, interviniendo para ahuyentarlo y salvarle la vida a su hija. Al parecer, la niña confundió al coyote con un perro.
Funcionarios de Parques y Vida Silvestre de Colorado (EE.UU.) están tratando de capturar a un coyote que atacó a una niña de 4 años durante el Día de Acción de Gracias, luego de que la pequeña confundiera al animal con un perro detrás de un árbol, según informó la agencia el fin de semana. La niña y otro menor se acercaron al coyote en Colorado Springs, a unas horas en coche al sur de Denver, cuando el animal se abalanzó sobre ellos, sujetando a la niña por la parte posterior de la cabeza y causándole heridas graves que la obligaron a pasar una noche en el hospital, detalló la institución en un comunicado.
El padre de la niña intervino para detener el ataque y ahuyentar al coyote, explicó Tim Kroening, un gestor de vida silvestre de la agencia, en el comunicado. “Esto podría haber sido mucho peor”, afirmó. Los funcionarios recibieron el aviso el viernes, después de que la niña fuera dada de alta del hospital, y comenzaron a organizar la búsqueda. Sin embargo, indicaron que encontrar al coyote podría tomar varios días.
La agencia explicó que planea sacrificar a cualquier coyote que encuentren cerca del lugar del ataque, ya que es imposible identificar al animal responsable. Posteriormente, examinarán los cadáveres en busca de ADN humano y enfermedades como la rabia.
Cabe destacar que los coyotes se han adaptado a zonas urbanas, donde han encontrado refugio y fuentes de alimento fáciles, pero naturalmente temen a los humanos. Estos depredadores, que suelen alimentarse de pequeños animales, bayas y carroña, pueden volverse agresivos si están protegiendo a sus crías, están enfermos o han sido alimentados por humanos.
“Puede que los vecinos estén dejando comida para mascotas al aire libre o alimentándolos activamente, arrojándoles restos de comida. Eso es ilegal y es un problema en áreas urbanas“, indicó Kroening, quien agregó que el incidente es un recordatorio de la importancia de que la comunidad se mantenga alerta y ahuyente a la fauna silvestre, arrojándoles piedras o gritando. “No dejen que se sientan cómodos alrededor de las personas”, concluyó Kroening.