
Sonidos del mercado: No hay tiempo que perder
No hay que creer que la disminución de la violencia es una oportunidad para dejar de dialogar, para poner lo incómodo sobre la mesa y reparar la fractura social.
No hay que creer que la disminución de la violencia es una oportunidad para dejar de dialogar, para poner lo incómodo sobre la mesa y reparar la fractura social.