Con trece años, Vanessa Springora conoce a Gabriel Matzneff, un escritor treinta y seis años mayor que ella, tras cuyo prestigio y carisma se esconde un abusador. Casi cuarenta años después de terminar su relación con su primer amor de adolescencia, Springora escribe «El consentimiento», un libro que es el testimonio de una víctima, pero también del proceso de entender que eso no era amor ni una relación de pareja, era un hombre adulto abusando de una niña. El talento literario le permitió a Matzneff generar redes que lo protegieran y amparan sus abuso a menores, pero también la literatura le abrió una puerta a Springora para ponerle los grilletes a su abusador.