El oficial en Políticas y Sistemas Alimentarios de la FAO se refirió a la inseguridad alimentaria en el país, a propósito del alza sostenida en el precio de los alimentos de la canasta básica. «Ya había un desequilibrio antes de la pandemia y todo fue acelerado por la baja en la economía, la disrupción en las cadenas de suministros, por cierres de comercio, etc. (…) Es visible la inseguridad alimentaria y nutricional para una parte muy grande de la población, y esto está reflejado en los malos hábitos alimentarios y el mal acceso a los alimentos saludables», señaló Intini. Asimismo, agregó que –según los últimos registros– «cerca de 600 mil personas padecen de hambre en Chile, y 3,4 millones enfrentaron una incertidumbre respecto a su capacidad de alimentarse adecuadamente». Para la FAO las proyecciones no son alentadoras, debido al impacto del cambio climático, donde la «mayor preocupación está en el próximo ciclo agrícola de los países». En este sentido, agregó que «la incertidumbre acaba incidiendo sobre los precios justamente por la especulación, entonces los gobiernos tienen que adoptar medidas para frenar la especulación, cuando muchas veces no hay por qué tener alzas de precios en productos que están con su producción garantizada, y ese fenómeno pasa aquí en Chile y en otros países». Finalmente, enfatizó la necesidad de avanzar hacia mayores equilibrios en los mercados alimentarios, respecto a lo cual «la FAO recomienda un cruce de políticas que incluye a los agricultores familiares, campesinos, pueblos originarios, a las mujeres que trabajan en el campo, para que todo un conjunto de medidas llegue a esas personas y puedan ampliar su producción agrícola».
