La exministra de Transportes del gobierno de Sebastián Piñera disputará la presidencia de Evópoli en las elecciones internas de la colectividad el próximo 22 de octubre, lugar desde donde buscará «volver a definir el posicionamiento del partido como derecha liberal». Las principales diferencias con su contendor, el senador Luciano Cruz-Coke, radican en un proyecto menos «convencional», con un liderazgo femenino y que «renueva el posicionamiento de personas que están en una línea más olvidada dentro de la escala de cargos en el partido». En ese sentido, también hizo una evaluación respecto a la política de alianzas de su sector y los costos internos tras pactar con el Partido Republicano en las elecciones presidenciales pasadas. «El límite de las alianzas está en el costo de la identidad. (…) Perdimos militantes por ese tipo de decisiones, y es una cosa en la que tenemos que trabajar en adelante», señaló. Respecto al papel de Evópoli en el ciclo político actual, agregó que «la derecha liberal tiene un rol muy clave para funcionar como un puente con la izquierda moderada», y reafirmó el compromiso partidario de trabajar por una nueva Constitución descartando cualquier acercamiento con quienes sólo buscarían modificar el texto actual.