En conversación con El Mostrador en La Clave, el analista político consideró que «el Gobierno, en esta estrategia de comunicación electoral, que no es lo que deben hacer los gobiernos, lo que está haciendo es entrar de lleno en una campaña y apretar la tecla de la emoción y una tecla tan poderosa como es el miedo. Esa es la estrategia a la que está apostando desesperadamente el Gobierno». El director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central dijo además que «uno esperaría que los gobiernos fueran prescindentes en los procesos electorales, es lo que establece nuestra institucionalidad. La Contraloría y la Constitución establecen la prescindencia de los gobiernos. Aquí se ha perdido todo ese pudor, y lo que estamos viendo es una intromisión sin ambages de parte del Gobierno en la campaña presidencial y parlamentaria».
A un mes de la primera vuelta de la elección presidencial, la posibilidad de que la derecha se queda fuera del balotaje es real. Ese fue el análisis que el académico Marco Moreno en la edición del jueves de El Mostrador en La Clave, donde también analizó el desfonde del candidato del oficialismo, Sebastián Sichel, y el clima polarizador impulsado por el Gobierno tras las polémicas declaraciones del subsecretario del Interior Juan Francisco Galli, en las que responsabilizó a Yasna Provoste y Gabriel Boric de los hechos de violencia ocurridos el 18 de octubre.
«Estamos a 30 días de la elección, y todavía no podemos decir total certeza los dos nombres de los candidatos o la candidata que van a pasar a segunda vuelta», partió el analista político.
Complementó lo anterior diciendo que «si bien es cierto Gabriel Boric sigue teniendo una posición firme en los estudios de opinión que conocemos, ha ido teniendo problemas en su desempeño, en su relación con los partidos que apoyan su candidatura, y evidentemente lo ocurrido el lunes con ocasión de los dos años del estallido social fue un momento que él tuvo que enfrentar, junto con la senadora Yasna Provoste, no solo una fuerte crítica de los partidos del oficialismo, sino que del Gobierno, que entró en una desatada campaña electoral».
«Las intervenciones del subsecretario Galli y los ministros Bellolio y Ossa claramente van en la línea de lo que se conoce como la comunicación electoral o comunicación política, que es distinto a lo que los gobiernos tienen que hacer», agregó, para luego recalcar que «lo que hicieron Galli y los otros ministros es comunicación electoral, y no es propio de los gobiernos».
Para Moreno, lo que busca el Gobierno con esta estrategia es «poner a los dos candidatos en la misma lógica, y tratar de cambiar el foco» de los verdaderos problemas, como la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera, el cuarto retiro, el proyecto de indulto y la caída de Sichel en la carrera presidencial.
El director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central consideró que «los próximas días van a ser de creciente polarización, y el Gobierno está ayudando a generar ese clima, porque piensa que es la única manera de intentar salvar la elección, y desviar el foco de la atención de la acusación constitucional».
«El Gobierno, en esta estrategia de comunicación electoral, que no es lo que deben hacer los gobiernos, lo que está haciendo es entrar de lleno en una campaña y apretar la tecla de la emoción y una tecla tan poderosa como es el miedo, y a esa es la estrategia que está apostando desesperadamente el Gobierno», agregó.
Dijo además que «uno esperaría que los gobiernos fueran prescindentes en los procesos electorales, es lo que establece nuestra institucionalidad, la Contraloría y la Constitución establecen la prescindencia de los gobiernos. Aquí se ha perdido todo ese pudor, y lo que estamos viendo es una intromisión sin ambages de parte del Gobierno en la campaña presidencial y parlamentaria».
Marco Moreno también analizó el complejo panorama electoral de la derecha, con el desfonde del candidato de Chile Podemos +, Sebastián Sichel, la posibilidad de que ese sector político quede fuera de la segunda vuelta y obtener un mal resultado en las elecciones parlamentarias.
Para el politólogo, «el principal objetivo de esos partidos (del oficialismo) se está conduciendo a intentar salvar la estantería parlamentaria, porque hoy día no solo está en riesgo la elección presidencial o pasar a la segunda vuelta, sino que también está en riesgo la representación que el oficialismo vaya a tener en el Congreso».
En ese sentido, explicó que «si uno se fija en lo que está pasando en la Convención Constitucional, en donde las comisiones no quedó ninguna en manos del oficialismo, eso da cuenta de una situación que puede ser muy compleja para estos partidos en su elección parlamentaria. Por eso están tomando distancia de la candidatura de Sichel, y por lo tanto, la candidatura de Sebastián Sichel no solo está experimentando problemas porque los candidatos no quieren sacarse la foto con él, sino que internamente vemos muchas complicaciones y dificultades. Las vocerías de Santa Cruz, la falta de claridad (…) da cuenta un creciente fenómeno de desafección y del síndrome del desfonde».
«El oficialismo perdió de manera estrepitosa en la Convención Constitucional, no alcanzó el tercio que le iba a permitir ser la llave para negociar todo lo que ocurriera allí dentro. También (perdió) un número significativo del alcaldías, mostrando esta situación de erosión del electorado de la derecha con quienes hoy día los representan. Podríamos enfrentar esta elección parlamentaria con un oficialismo con muchas dificultades para obtener un buen rendimiento electoral», complementó.
Para ejemplificar, Moreno puso el caso del distrito 11, conformado por Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea, La Reina y Peñalolén -y en el que se impuso el Rechazo en el plebiscito constitucional- donde la fragmentación del electorado de la derecha al ir con dos listas (Partido Republicano y Chile Podemos +) «podría llevar a que ese sector político pierda uno de los escaños».