En el marco de la crisis migratoria, el edil se refirió a las dificultades para ejecutar las expulsiones administrativas que están pendientes y a la posición del gobierno boliviano de no aceptar la reconducción de personas de otra nacionalidad al no existir un instrumento legal que genere dicha obligación. “Bolivia se transforma definitivamente en un corredor porque no hay relaciones internacionales, o si es que existen son muy débiles”, señaló. En ese sentido, agregó que es urgente que Chile “asuma un liderazgo a nivel regional para enfrentar la crisis” y “materializar una mayor coordinación con el resto de los países”. Espíndola también hizo una buena evaluación de la presencia militar en la frontera, sin embargo, enfatiza en que la protección no solo debe estar en la “línea que divide”, sino que en todo el territorio de Arica, considerando sus necesidades como zona fronteriza.