
El hombre que nunca existió: tres nombres para un desaparecido sin identidad (Parte III)
En medio de la investigación respecto del nombre de quien fue ejecutado en el lago Villarrica en 1974, la Justicia consideró que podía tratarse de tres detenidos desaparecidos: Silvio Bettancourt, Luis Vásquez y José Saldivia, todos los cuales están descartados hoy en día.
En medio de las diligencias realizadas por el ministro Álvaro Mesa para dar con la identidad del prisionero político que fue ejecutado en 1974 en el lago Villarrica, del cual hemos estado informando estos días, el actuario que trabaja con el juez, Gonzalo Millalén, se comunicó con distintas Cortes de Apelaciones del país, informando de la existencia de un NN que requería ser individualizado.
La primera Corte que respondió fue la de Punta Arenas, desde donde se informó del caso de Silvio Francisco Bettancourt, quien llegó desde San Antonio hasta Magallanes en 1968, con el fin de estudiar ingeniería de ejecución en petroquímica en la actual Universidad de Magallanes (Umag), por aquel entonces una sede de la antigua Universidad Técnica del Estado (UTE). En 1972 comenzó a militar en el MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitaria) y al año siguiente, luego de su práctica profesional, según relata un reportaje realizado al respecto en la Umag, comenzó a trabajar en ENAP.
Tras el golpe de Estado su nombre figuró en un bando, en el cual lo conminaban –junto a otras personas– a presentarse ante las nuevas autoridades, algo que decidió no hacer, decidiendo en cambio dirigirse a Río Gallegos, en Argentina. Sin embargo, nunca llegó al domicilio al cual se dirigía y hasta hoy se desconoce su paradero.
La foto de Bettancourt fue mostrada a varios de los exsoldados del regimiento Tucapel, pero nadie lo reconoció como “El Nortino”, como le decían al joven de entre 25 a 30 años que estuvo un prolongado tiempo detenido en una habitación ubicada al lado de la guardia del regimiento, desde donde lo trasladaron, en 1974, hasta las orillas del lago Villarrica, para ser ejecutado.
El retrato hablado
El 23 de enero de 2018, el perito dibujante del Laboratorio de Criminalística de la PDI de Valdivia, Cristian Ardiles, estuvo varias horas reunido con Heraldo Espinoza, uno de los dos testigos principales del crimen, a fin de realizar un retrato descriptivo de la víctima, lo que el perito estimó que habían logrado con una semejanza de un 80%.
La hermana de Silvio Bettancourt, Jenny, quien reside en Suiza, no había visto ese retrato. Sin embargo, al mostrárselo, es taxativa en señalar que no es su hermano, el cual ella cree que nunca llegó a Río Gallegos, sino que piensa que fue detenido antes de cruzar la frontera, para luego ser recluido en algún cuartel militar o policial de Magallanes.
Otra posible identidad investigada en la causa de Villarrica fue la del profesor Luis Justino Vásquez Muñoz, militante del Partido Socialista, exregidor de San Fernando y dirigente de la Central Única de Trabajadores (CUT), quien era blanco de sospechas por parte de uniformados desde incluso antes del golpe.
De hecho, como lo relató su hijo a los detectives que investigaron el caso, el 7 de septiembre ya habían allanado su casa, en la calle Curalí 855, de San Fernando, llevándoselo detenido por el día, aunque lo soltaron al anochecer.
El 20 de noviembre, sin embargo, desapareció cuando iba a su trabajo, en una escuela rural del sector Polonia. En 2018 la familia se enteró del hallazgo de un cuerpo en la Región de La Araucanía, en Pucón, que inicialmente pensaron que podría tratarse de él, lo que luego se descartó.
Según su hermana Olga, Luis Vásquez (de 34 años al momento de su detención) fue arrestado por sujetos desconocidos que lo subieron a un jeep blanco y desde entonces nada más se supo de él. La familia cumplió con el mismo periplo de búsqueda de tantas otras familias de la época, preguntando por él en el Estadio Nacional, en el Estadio Chile y en cuánta comisaría y regimiento encontraron.
Cuando fueron contactados por la PDI a fin de chequear el retrato descriptivo correspondiente a “El Nortino”, apareció una pequeña luz de esperanza, pero se desvaneció rápidamente: “Al exhibirme la fotografía del retrato hablado de fojas 28 no reconozco a mi hermano Luis Justino, no se parece en nada”, sentenció Olga.
El caso de Saldivia
La última identidad de un detenido desaparecido que se barajó como una posibilidad fue la de José Sofanor Saldivia Saldivia, quien fue detenido dos semanas después del golpe de Estado. Según lo señalado por el ministro Mesa a mediados del año pasado, cuando se constituyó en la Corte de Apelaciones de Valdivia, realizando investigaciones en torno a este caso, “la víctima era un obrero de Conaf, que fue detenido por militares del Regimiento Tucapel el 28 de septiembre de 1973 y trasladado a esa unidad militar. Los testigos señalan que habría participado en el asalto al retén Neltume de Carabineros de Chile y que habría sido ejecutado en el puente de Villarrica, sobre el río Toltén”.
Sin embargo, su cuerpo nunca ha sido hallado y su identidad tampoco corresponde a la del NN asesinado en el lago, pues cuando su hermana Elizabeth fue interrogada al respecto, en 2018, ocasión en la cual le mostraron el retrato hablado, dijo que “respecto de la fotografía que se me exhibe, por parte de funcionarios de la PDI de Ancud, relacionada con la desaparición de mi hermano José Sofanor Saldivia Saldivia, no lo reconozco como tal, ya que sus facciones no son las de él”.
Hoy en día, como se explicó en el primer artículo de esta serie de tres, el caso está cerrado en forma definitiva, luego del pronunciamiento de la Corte Suprema, que absolvió al único condenado que hubo alguna vez en este, y la identidad de “El Nortino” sigue envuelta en una nebulosa.
Es por ello que lo único que queda es tratar de identificar a esa víctima anónima. Cualquier dato al respecto puede ser entregado a la PDI, a la Corte de Apelaciones de Temuco, al programa de DD.HH. o incluso a este diario.