
Ketamina, la droga sintética que inunda el norte de Chile
Organizaciones criminales transnacionales como “Los Lobos” y “Los Costeños” han sido sindicadas como las principales responsables de internaciones en la Región de Arica y Parinacota. En poco más de un año, han sido incautados cerca de 250 kilos, la mitad de lo decomisado en los ocho años anteriores.
En la jerga del Tren de Aragua (TDA) se la conoce como “Agua” y en sus comunicaciones internas es muy fácil identificarla con el emoji de una gota. Uno de esos comunicados, que es parte del juicio que actualmente lleva la Fiscalía de Iquique en contra de la célula del TDA que operaba entre esa ciudad y Colchane, decía textualmente: “Si hay agua fresca en Chile hablen: se cambia por materiales”.
Se cree que se trataba de un mensaje del TDA en Perú a sus pares chilenos, en el cual aparecía una serie de íconos a continuación de los “materiales” que ofrecían a cambio del “agua”: automóviles, camiones, camionetas, motos, relojes, dinero, armas y oro. En otras palabras, estaban dispuestos a pagar un alto precio por el “agua”.
Otra historia de la misma banda, aparecida en cuentas de Instagram creadas ad hoc para ello, rezaba que “estamos determinando el precio del (emojis de gotas de agua) a partir de hoy será de 1300 chilenos”, en referencia al valor del litro de ketamina hace unos tres o cuatro años: 1.3 millones de pesos.
En otro posteo del grupo se decía que varias drogas quedaban “al mismo ritmo de las AGUAS” y que nadie podía internarlas a Chile, salvo “los hermanos que ya tienen su luz con las AGUAS”. En otras palabras, solo aquellos miembros del Tren de Aragua que estaban dedicados al tráfico de ketamina podrían traficar otros estupefacientes hacia el país.
Se trata de una droga de origen sintético que es la “especialidad” del TDA, pero también de otros grupos delictivos, y que es de reciente aparición en los mercados ilícitos chilenos.
De hecho, el primer decomiso de este anestésico que es capaz de generar fuertes alucinaciones en el ser humano fue de algunos gramos, hacia 2015. Sin embargo, a partir del año siguiente y hasta 2023 las cifras fueron subiendo en forma exponencial.
De acuerdo con las estadísticas oficiales de la PDI, obtenidas vía Transparencia, solo esa policía incautó más de 500 kilos de dicha sustancia entre los ocho años antes indicados, 300 de los cuales fueron decomisados en la Región de Arica y Parinacota. No obstante, entre 2024 y lo que va corrido de 2025, solo en esa misma zona ambas policías han decomisado cerca de 250 kilos, manejados principalmente por organizaciones criminales transnacionales, como “Los Lobos” ecuatorianos y “Los Costeños” colombianos.
Como reconocen fuentes policiales, se trata de una droga que produce fuertes efectos entre los consumidores, lo que la hace muy apetecida y la droga de moda en las fiestas electrónicas. Sin embargo, el riesgo de muerte por sobredosis es igualmente muy alto y hay casos famosos que lo evidencian, como sucedió con el actor Matthew Perry, quien falleció por un exceso de consumo de ketamina.
Según el propio Departamento de Justicia de Estados Unidos, esta droga, además, puede “puede causar depresión, delirio, amnesia, trastornos de las funciones motoras, presión arterial elevada, y problemas respiratorios potencialmente mortales”.
Asimismo, según el ente del cual dependen la fiscalía y el FBI, entre otros organismos, hay casos en que “agresores sexuales han usado la ketamina para incapacitar a sus presuntas víctimas, ya sea mezclándola con las bebidas de las víctimas desprevenidas u ofreciéndola a las víctimas que consumen la droga sin comprender los efectos que producirá”.
Un artículo escrito por el académico español Jordi Royo-Isach y otros autores especifica que además “el consumo de ketamina puede producir ataques de pánico y ansiedad. El consumidor puede perder el control de sus actos durante varias horas, llegando incluso a perder la conciencia y la memoria. Si la consumes, no debes estar solo, es mejor estar acompañado por si las cosas no van bien”.

Del agua al polvo
En su forma industrial, la ketamina se produce como un líquido inyectable, que generalmente se vende –con receta médica– en contenedores de 120 ml. No obstante, los narcotraficantes encontraron la forma de “cocinarla” y convertirla en polvo, lo que eleva notablemente sus valores. Mientras hoy en día el litro de ketamina se transa en el mercado ilegal en precios del orden del millón y medio a dos millones de pesos, un kilo de ketamina en polvo, en Santiago, puede llegar a alcanzar los 10 millones de pesos.
La mayor parte de esa droga ingresa a Chile desde Perú, y es precisamente desde ese país que se ha encontrado a decenas de “burreros” ingresándola por distintas vías, la más común de las cuales es por medio de fajas que llevan amarradas a sus cinturas. El miércoles, de hecho, tres chilenos fueron aprehendidos por la PDI en el paso Chacalluta, internando ketamina por ese mecanismo.
Al igual que al menos otros nueve chilenos que fueron aprehendidos en los meses anteriores, todos son jóvenes de entre 18 y 20 años con residencia en Santiago y con varios viajes en el cuerpo entre Tacna y Arica. Y, claro, como admiten fuentes investigativas, el riesgo de ser encontrados con ketamina en los controles fronterizos lo asumen porque la ganancia es alta.
Dependiendo de la cantidad y calidad de la droga que transporten en sus cuerpos, cada uno de esos jóvenes puede recibir hasta 4 millones de pesos por viaje y varios de ellos, como lo evidencian sus movimientos migratorios, han ido desde Arica a Tacna y viceversa muchas veces.
Sin embargo, hay organizaciones mucho más grandes de fondo y una de ellas es la de Los Costeños, organización criminal transnacional respecto de la cual la Fiscalía de Arica recientemente formalizó en ausencia a 11 de sus miembros.
Al respecto, el Fiscal Regional, Mario Carrera, explicó que luego de dicha formalización lo que se busca es “despachar derechamente las órdenes de captura internacional y las extradiciones de 11 sujetos, de nacionalidad colombiana en su mayoría, y que estarían presentes en Colombia, Perú o Ecuador. Para nosotros es importante no solamente detener a quienes llevaban las operaciones en nuestra región o en nuestro país, sino que también a los cabecillas de cada una de estas organizaciones. Por eso esta formalización y por eso esperamos capturarlos prontamente, no importa el país en el que se encuentren. El Ministerio Público, a través de las coordinaciones con policías de otros países, va tarde o temprano a detenerlos y los llevaremos a la Justicia”.
En ese caso hay 26 acusados, 15 de ellos ya detenidos en Chile, los que –como informó El Mostrador– en su momento internaban la droga desde Perú hacia caleta Vitor (al sur de Arica) por medio de lanchas, en coordinación con mujeres venezolanas que, se cree, estaban vinculadas al TDA.
Solo a esta organización –liderada por el colombiano Raúl Valencia, más conocido por su apodo de “Homero”– se le incautaron casi 130 kilos de ketamina el año pasado. El 21 de marzo 2024, en el control carretero de Cuya, dos “burreros” que pertenecían a Los Costeños fueron detenidos trasladando casi 11 kilos en un bus, con dirección a Santiago.
Posteriormente, en la capital, Carabineros detuvo a dos personas que habían recibido 20 kilos en la caleta Vitor. Luego, el 23 de julio, dos colombianas que formaban parte del grupo fueron aprehendidas llevando seis kilos de otra droga de diseño: MDMA, más conocida como “éxtasis”.
Esa misma jornada, pero en caleta Vitor, la PDI vio cómo desembarcaban 97 kilos de droga, siguiendo a sus propietarios hasta un departamento de Arica, donde detuvieron a buena parte de la organización, incautando la ketamina en momentos en que los narcotraficantes comenzaban a confeccionar las fajas para trasladarla hasta el centro del país.
Todo lo anterior implicó una inversión millonaria de parte de “Los Costeños”, que arrendaron departamentos, compraron vehículos y pagaron millones de pesos en pasajes, así como en los “cocineros” que se cree están en Lima o Tacna, a fin de producir la ketamina en polvo.
Los 26 miembros de la organización están acusados de distintos delitos contemplados en la Ley de Drogas y para Valencia, el líder, la pena que se solicita por las distintas acusaciones en su contra suma 80 años.
“Los Lobos”
También en Arica se detectó una internación de ketamina por medio de 11 mujeres ecuatorianas –todas con residencia en Santiago, también–, que a su vez eran mandatadas por un sujeto de la misma nacionalidad, a quien se le incautó un teléfono celular en el cual, como explicó El Mostrador en su momento, se encontraron imágenes de un ritual del culto de la Santa Muerte, muy practicado por narcos mexicanos, que fueron los que a su vez lo expandieron hacia bandas como “Los Lobos” de Ecuador, la principal de las que asolan ese país.
En dicha ocasión, las mujeres cayeron con 18 kilos de ketamina, cuyo valor de venta al menudeo es cinco o seis veces superior al valor del kilo en bruto, por lo cual se estimaba que solo ese decomiso implicó retirar de las calles drogas por un valor superior a los mil millones de pesos.
De acuerdo con la información judicial disponible, a estas alturas dicha causa ya acumula 16 personas imputadas, pues se estableció que muchas de las mujeres y otros sujetos viajaban constantemente a Perú con el fin de abastecerse de la droga, por medio de la gestión del líder del grupo, que al ser detenido fue identificado como el ecuatoriano José Luis Herrera Pozo, quien se cree que es miembro de “Los Lobos”. Sin embargo, a estas alturas existen serias dudas acerca de su identidad e incluso de su nacionalidad, pues hay indicios de que podría ser peruano o incluso dominicano.
La pareja de Herrera (también conocido como “El obispo” o “El doc”) fue condenada a inicios de marzo pasado a una pena de 5 años y un día por tráfico de drogas, pues, como señala la sentencia, el 1 de junio del año pasado fue aprehendida en el control de Cuya, después que un perro detector de drogas de Carabineros la “marcara”. Ramírez, de nacionalidad ecuatoriana, viajaba junto a una hija de 13 años en un bus con destino a Santiago, y una vez que el personal del OS-7 la revisara, se descubrió que al interior de un zapato la mujer llevaba un paquete con forma de plantilla, que contenía 819 gramos de ketamina.
La niña, en tanto, llevaba un paquete semejante, aunque el peso de la droga era superior: 1.222 gramos. Ante ello, el juez Héctor Barraza condenó a la mujer en un procedimiento abreviado, por lo cual reconoció el delito, sin darle beneficio alguno, teniendo en consideración la agravante que significa prevalerse de una menor de edad para la comisión del ilícito.
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