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¡Buenas tardes, habitantes de este Universo Paralelo! Hoy volvemos a las ciencias de la Tierra. Y de la Luna.
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Cuando pensamos en volcanes, probablemente lo primero que viene a nuestra mente son los colosos terrestres, los que podemos ver en persona, en televisión, fotografías o a través de internet. Sin embargo, nuestro sistema solar está lleno de sorpresas.
Incluso más cerca de nuestro planeta, nuestro propio satélite, la Luna, también muestra evidencias de volcanismo en diferentes etapas de sus más de 4 mil millones de años de existencia. Hasta el recién pasado 2023, las investigaciones sugerían que las erupciones más «jóvenes» en la Luna ocurrieron hace unos 2 mil millones de años.
Este volcanismo lunar ha generado comúnmente un tipo de roca llamado basalto, el mismo que compone gran parte de la corteza oceánica de la Tierra. Al igual que en nuestro planeta, las rocas lunares pueden ser estudiadas mediante métodos que permiten estimar, con relativa precisión, las edades de sus erupciones.
Sin embargo, en septiembre de 2024, un artículo publicado en la revista Science reveló un sorprendente hallazgo: actividad magmática en la Luna que habría ocurrido hace tan solo 120 millones de años. El estudio, liderado por Bi-Wen Wang y colaboradores, analizó muestras lunares recolectadas en una misión china de diciembre de 2020.
Este fascinante estudio está ahora disponible para la comunidad científica. Queda por ver si estos resultados resistirán el escrutinio del tiempo y futuras investigaciones. Lo que está claro es que, incluso en cuerpos que parecían geológicamente inactivos, el cosmos todavía tiene muchos misterios por revelar.
Hoy en día, los conceptos de inclusión y diversidad se utilizan ampliamente en distintos ámbitos, impulsados por cuerpos legales como la reciente Ley de Protección de Personas en el Espectro Autista (21.545) o la Ley de Inclusión e Igualdad de Oportunidades para Personas con Discapacidad (20.422).
En este marco, la de inclusión para personas con discapacidad garantiza (art. 1) la igualdad de oportunidades para estas, estableciendo además (art. 3) principios como vida independiente, accesibilidad y participación.
Sin embargo, ¿qué significan realmente inclusión, accesibilidad y diseño universal en contextos no tradicionales?
Dado que la universidad representa el ideal de universalidad, surge la pregunta: ¿estamos preparados para recibir a estudiantes con discapacidades en nuestras aulas?
Muchas instituciones aún no garantizan accesibilidad universal en sus instalaciones. ¿Podría una facultad de geociencias acoger adecuadamente a un estudiante con discapacidad física? Si consideramos que es la sociedad la que discapacita al no adaptar el entorno, es crucial reflexionar sobre cómo podemos evolucionar hacia un sistema más inclusivo.
El Dr. Vermeij es actualmente profesor emérito en la Universidad de California, Davis, y ha recibido importantes reconocimientos, como la Beca MacArthur y la Medalla de la Academia de Ciencias de Estados Unidos… y un detalle: Vermeij es ciego desde los 3 años.
Cada semana hacemos las mismas cuatro preguntas a un científico. En esta edición, entrevistamos a la Dra. Clemencia Gómez González, profesora asociada del Departamento de Geociencias de la Universidad Nacional de Colombia.
–¿Qué te motivó a dedicarte a la ciencia?
-Siempre tuve una fascinación por la naturaleza y cómo funciona el mundo que nos rodea, soy muy curiosa y me gustaban mucho las rocas y minerales, siempre quise saber cuál era el origen y cómo se formaba el paisaje. La curiosidad por entender los procesos geológicos y su impacto en nuestro planeta me llevó a estudiar geología. Además, la idea de contribuir a la comprensión de los recursos naturales y los desafíos ambientales fue un gran motivador cuando tuve plena conciencia de mi profesión y de su importancia.
–¿Cuál es la obra científica que más influyó en tu actividad?
-Una de las obras que más me ha influido es Ciencias de la Tierra: una introducción a la geología física, libro de Edward J. Tarbuck y Frederick K. Lutgens.
Este libro no solo presenta conceptos geológicos de manera accesible, sino que también resalta la interconexión entre los procesos geológicos y la vida en la Tierra. Me inspiró a ver la geología no solo como una ciencia, sino como una narrativa que cuenta la historia de nuestro planeta y la importancia que ella tiene en la interacción hombre-naturaleza.
–¿Cuál es el problema científico más importante por resolver?
-Uno de los problemas más críticos que enfrentamos hoy es el cambio climático y su relación con la geología. Comprender cómo los procesos geológicos han influido en el clima a lo largo de la historia de la Tierra es fundamental para predecir y mitigar los efectos del cambio climático actual. La gestión sostenible de los recursos naturales también es un desafío importante que debemos abordar.
Por otro lado, la geología es fundamental para la sociedad por varias razones. En primer lugar, nos ayuda a entender la estructura y composición de la Tierra, lo que es esencial para la exploración de recursos naturales como agua, minerales y combustibles fósiles.
Además, el estudio de la geología nos permite comprender los procesos naturales como los terremotos, volcanes y la erosión, lo que es crucial para la prevención de desastres y la planificación urbana. También juega un papel importante en la conservación del medio ambiente, ya que nos ayuda a gestionar los recursos de manera sostenible y a entender los cambios climáticos a lo largo del tiempo.
En resumen, la geología no solo nos proporciona información sobre nuestro planeta, sino que también es clave para el desarrollo sostenible y la seguridad de las comunidades, por ello, problemas a resolver en las diferentes áreas de las ciencias de la Tierra es lo que tenemos por delante los geocientíficos.
–¿Cuál es la pregunta que te desvela como científica y cómo la enfrentas?
-Una pregunta que me desvela es: «¿Cómo podemos equilibrar el desarrollo humano con la conservación del medio ambiente?». Enfrento esta cuestión a través de la educación y la investigación. Como profesora, trato de inspirar a mis estudiantes a pensar críticamente sobre el impacto de nuestras acciones en el planeta. Además, mi reto es lograr un profesional en ciencias de la Tierra por municipio, para lo cual he adelantado numerosas actividades, como videos, artículos, conferencias, podcast, reuniones con entes públicos y privados.
La imagen muestra el Noctis Labyrinthus, una región de la superficie marciana llamada Valles Marineris, que se considera el cañón más grande del sistema solar. La imagen es el resultado de un complejo sistema de monitoreo visual realizado entre abril de 2003 y septiembre de 2005, a cargo del programa espacial Odyssey, que orbita y estudia el planeta rojo (Thermal Emission Imaging System).
El Noctis Labyrinthus se extiende en el borde occidental del Valles Marineris, como una superficie compuesta por un enrejado de valles curvos, rectos, en general radiales hacia su segmento central. Su origen aún es tema de debate y encuentra una posible explicación en procesos vinculados al enfriamiento de la corteza, movimiento de cuerpos magmáticos, circulación de hielo, así como también al movimiento de fallas.
Para explicar los fenómenos formadores de este valle, un equipo de investigadores liderado por la geóloga Nicole Richards, junto a los académicos Matías Peña y Rodrigo Quiroga de la Universidad Mayor, Mauro Spagnuolo de la UBA y José Mescua de CONICET IANIGLIA, propusieron un modelo de formación del paisaje marciano en el “Laberinto de Noctis”.
La investigación mostró en detalle la existencia de estructuras geológicas como fallas de rumbo, con movimiento análogo al de las grandes fallas existentes en la Tierra (como la falla de San Andrés), lo que se suma a varias propuestas que hablan de posibles límites de placas tectónicas en el planeta rojo.
El entendimiento de la geología de nuestro vecino es fundamental a la hora de comprender las primeras etapas de formación de nuestro planeta, así como para entender la forma en que un planeta, que en algún momento poseyó actividad, hoy decayó en su motor interno.
-Geología forense. En 1905, el químico alemán Georg Popp participó como perito científico en una investigación judicial por la muerte de una persona. Popp presentó como pruebas las similitudes de granos de minerales y de suelo que se encontraron en las prendas de vestir de la víctima y del principal acusado.
La geología forense es la rama de las ciencias de la Tierra que aplica las técnicas de estudio, monitoreo y caracterización de suelos, rocas y aguas para el esclarecimiento de delitos. Así, se han desarrollado investigaciones a nivel ambiental en casos de contaminación e, incluso, en la reconstrucción de recorridos de personas desaparecidas y encontradas de forma póstuma.
-Polvo lunar. La Luna está cubierta de un polvo fino llamado regolito lunar. Se formó, a lo largo de millones de años, a raíz del impacto de micrometeoritos en su superficie.
“La tierra aluvial a ambos lados del río parece esponja, está tan agrietada y revuelta; hay enormes fisuras a lo largo de la costa, y durante la noche el mar parece haberse retirado de manera extraordinaria”.
Este extracto es parte de las descripciones realizadas por Maria Graham (también conocida como Maria Dundas o Lady Callcott) en 1822 en nuestro país, en su libro Diario de mi residencia en Chile en el año 1822. Esta obra es un fascinante registro histórico, social y científico que refleja las observaciones de una mujer que ha sido reconocida como escritora, ilustradora, aventurera, botánica, naturalista e historiadora.
En su libro, Graham ofrece una mirada integral del Chile que comenzaba su vida republicana, abordando tanto los aspectos naturales como los sociales y políticos. Acompañó a su esposo, enviado por Inglaterra para observar los procesos independentistas en Sudamérica.
Uno de los episodios más destacados de su obra es la descripción detallada del terremoto de noviembre de 1822, de magnitud 8.5, que afectó la zona central de Chile, desde las actuales regiones de Atacama hasta el Maule.
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